Nacional se reencontró con la victoria, pero no con su fútbol que ahora ofrece a cuentagotas. Pasó un primer tiempo de sombras, mejoró en los primeros quince minutos del segundo tiempo cuando logró irse en ventaja con gol de JeffersonDuque ( m.53), estuvo cerca del segundo gol ( jugadas de Jefferson, Sherman y Berrío) y terminó mirando el cronómetro de reojo. De todas maneras asumió de nuevo el liderazgo de la Liga (compartido con Millonarios) y lleva a los pulmones una bocanada de aire fresco, preparando el partido definitivo del grupo seis de la Copa Libertadores, que protagonizará el jueves próximo en Rosario, frente a Newll’s Old Boys de Argentina.
Los 45 iniciales desnudaron otra vez problemas conocidos : jugadores que no andan en su mejor nivel ; falta de profundidad en los flancos (Berrío- Valencia) ; poca movilidad que conlleva una oferta pobre en líneas de pases ; lentitud en el desprendimiento de la pelota, facilitando la marca rival ; pocos duelos individuales ganados y Sherman como eje de la circulación sin servicios de pases filtrados. Cuando juega con tres defensas hay pocas ayudas en los regresos y por ende no agranda la línea. Por lo anterior es que se complica, especialmente cuando el rival suma gente al ataque como ocurrió con Junior que en varios pasajes lanzó arriba a Toloza, Hernández, Bolatti y Yosymar, lo que permitió dos llegadas peligrosas de Vladimir Hernández en los minutos 4 y 19. Nacional no probó los guantes de Vieira y salió lamentando un pena máxima sobre Berrío, cometida entre el arquero visitante y el defensa Tesillo, que no sancionó el árbitro Luis Sánchez en el minuto 46.
En el segundo acto el verde en veloces transiciones de defensa a ataque, por fin asomó la cabeza al arco tiburón y se fue arriba. El 1-0 mareó a la visita que sólo vino a reaccionar con la entrada de Michael Ortega quien trenzó con Arzuaga, dejando a Toloza en posición de gol. El delantero en vez de disparar al arco, se ‘’descachó’’ cambiando el gol por una patada a la noche y terminó lamentando lo que pudo ser y no fue. Junior no sincronizó sus salidas y llegadas de contra y se fue con las manos vacías.
Juan Carlos Osorio conoce bien un viejo concepto del fútbol : ‘’es mejor corregir ganando que perdiendo’’. Por ésta noche hubo un reencuentro con la victoria que sirve para llamar de nuevo a la esperanza, que no es otra cosa que un empréstito que se le hace a la felicidad.
Escrito Por : Wbeimar Muñoz Ceballos.