El equipo antioqueño lo tuvo todo para darle jaque mate al club ajedrezado pero permitió las tablas y hasta pudo haber perdido si el árbitro Luis Sánchez hubiese pitado una pena máxima clara sobre Miguel Caneo a los 92’. Pocas veces un onceno como Chicó consigue un resultado tan bueno con tan poco aporte futbolístico : apenas dos ataques en toda la noche .
Ultraconservadora en su juego, la gente del “Chusco Sierra”se arremangó frente al arquero José Escobar desde el arranque. Ni hizo ni pudo hacer nada del medio hacia arriba y pasó como pudo todos los sustos que le causó Nacional, en el primer tiempo : PENAL atajado al Alcatraz a los 19’; un balón de Ibargüen rebotado en el travesaño y otro disparo del mismo jugador, más cabezazo de Miller y remate peligroso de Quiñonez. El 0-0 del comienzo fue una concesión generosa de Nacional , multiplicada al final.
El equipo suplente del “rey de copas” estuvo reiterativo en el excesivo “carreteo” con la pelota, detalle que los jugadores jóvenes irán aprendiendo con el tiempo : en el fútbol es más rentable y menos desgastante tocar la pelota, que tratar de gambetear a dos o tres enemigos. Esa premisa no practicada, le costó al verde un resultado que originó bronca en el hincha : Quiñonez a los 83’con su equipo jugado al ataque, trató de hacer una finta innecesaria y perdió la pelota que al ser recuperada por Riascos y con la cooperación involuntaria de Miller quien al marcar se resbaló, permitió la primera llegada de los locales y el gol del empate de WATSON RENTERÍA.
El cuadro verdolaga había comenzado ganando por una triangulación entre Nieto, Dájome y RODIN QUIÑONEZ autor del 1-0 a los 66’. La caída imprevista de un volante externo a la posición de centro delantero, como en ésta ocasión, le dio resultado por enésima vez al onceno antioqueño. Nacional tenía dominado el balón y el juego. Era de esperarse el segundo tanto, contra un Chicó que actuaba más con los piés que con la cabeza y era carente de ingenio. Un penál a Dájome no sancionado (53’) y por poco un autogol del defensa Yaír Ibargüen, hicieron presentir una victoria frente al débil oponente, pero apareció la Virgen de Boyacá y hubo repartición de los puntos.
Un 1-1 increíble, entre Nacional que careció de un líder espiritual en la cancha y Chicó muy preocupado por darle densidad a su defensa, pero de fútbol plomizo y tímido a la hora de arriesgar en aventuras ofensivas. El primero no acertó cerrando el partido con otra diana y el segundo con las migajas que le dejó su oponente salió celebrando del estadio la Independencia.
El DT encargado Bernardo Redín se retiró del escenario mirando feo. Y tenía toda la razón del mundo.
No les parece ???.
P.D. 1. Gracias Catherine Ibargüen por hacer feliz a Colombia con el oro olímpico.
P.D. 2. Eduardo Pimentel trató de agredir al árbitro en el primer tiempo y fue controlado por el DT y los jugadores de Chicó. ¿ Hasta cuándo?
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.