VERDE QUE MADURA…
El presentimiento pasó a ser una realidad amarga: Independiente Santa Fe gastó el tanque de gasolina en su lucha por la clasificación al cuadrangular final de la Copa Mustang… Por eso, América vino y le ganó por 3-1 y ayer Atlético Nacional le reportó su segunda derrota en casa, 1-0, anotación de Luis Alfonso Fajardo a los 44 minutos de la inicial.
El equipo está reventado, con jugadores como Alfonso Cañón y William Morales, que no tienen fuerza, casi que no pueden correr. Da pena, pero es la realidad. Y semejante condición es más evidente frente a un cuadro como Nacional que maneja muy bien la pelota , es la conclusión del técnico Jorge Luis Pinto.
La otra cara es la de Atlético Nacional. Una escuadra aplomada, con madurez, a la que, además de su reconocida solidez colectiva, hay que agregarle el brillante momento por el que atraviesan jugadores como Faustino Asprilla, Víctor Aristizábal, Gabriel Jaime Gómez y Ricardo Pérez.
Entonces, su lentitud aparente en el terreno, con pases lateralizados, a veces sin profundidad, no es sinónimo de timidez. Al contrario, es el reflejo fiel de un equipo que tiene delineado un camino hacia el título, de convicciones claras, con la filosofía metida entre pecho y espalda de no prestarle la pelota al rival.
Eso es lo importante en estos juegos. Más con un Santa Fe que tiene arriba a hombres punzantes como Valencia y Córdoba , había dicho en el preliminar Hernán Darío Gómez, técnico de Nacional.
Y fue así: un pelotazo largo de Mosquera Torres le gana la espalda a la zaga verde, Córdoba cruza por encima a Valencia y El Tren remata para el lucimiento de Franco. Un minuto después es Miller Cuesta quien la baja en un tiro de esquina y nuevamente Valencia saca el disparo para que Franco se convierta en figura.
A los 36 minutos otra vez el dúo Córdoba-Valencia que desestabiliza y el remate de este último sale pegado al palo.
Pero eran chispazos porque Santa Fe lo que menos exhibía era claridad, con desorden en el medio, con escasa precisión en los pases y sometido al desgaste físico que proponía Nacional, conjunto que puso a circular la pelota con sentido práctico.
Y para refrendar lo de recientes partidos, vino el error rojo: un disparo de Serna lo saca del ángulo Arias, la defensa no reacciona, Asprilla llega y hace una fenomenal maniobra, devolviéndose de taco y metiendo el pase atrás para la llegada de Fajardo, quien cruza al otro palo y señala el 1-0 a los 44 minutos de la inicial.
Son fallas ya marcadas. Hay una particularidad: el profesor Pinto las ha cantado en las charlas y así nos meten los goles , dijo Manuel Ascisclo Córdoba.
Las reservas rojas se gastaron definitivamente en el primer cuarto de hora del complemento que dieron para dos llegadas: una de Miller Cuesta que apareció solitario para rematar mal y luego un desborde de Valencia ante Cassiani que lo dejó ante Franco, pero que el arquero supo resolver con una mano.
El resto, para ratificar la brillantez de Asprilla con desequilibrio, con potencia en los remates, con explosión, con dos opciones claras que salvó Arias.
Y también para volver a marcar la diferencia de los dos equipos. Uno, Nacional muy entero, con madurez, manejando los ritmos del encuentro. Y otro, Santa Fe, desgastado, sin fuerzas, resignado a su suerte por esa impotencia que aflora cuando las piernas no responden…
- Publicación eltiempo.com
- Sección Deportes
- Fecha de publicación: 9 de diciembre de 1991
- Autor : VICTOR ROSAS A.