De las mejores definiciones de fanático que existen está la de Wisnton Churchill, “un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema” y es que el hincha de Nacional no puede y no quiere y a diferencia de los religiosos o políticos, nosotros nos volvimos obsesivos con un sentimiento ganador.
Seguramente en mi casa, mi novia y mis amigos en Facebook están hartos de que a veces me convierta en una persona monotemática, pero tengo una razón lo suficientemente válida para hacerlo, y es ese mismo sentimiento de ganar del cual nos volvimos obsesivos, porque así nos ha acostumbrado nuestro equipo. Y no ha sido una lección fácil de aprender, así como el piloto necesita de horas de vuelo, la hinchada, la institución y los jugadores hemos necesitado de mucho tiempo para poder calar el gran equipo que hoy tenemos.
De nuevo Wisnton Churchill dice, “El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo” y la reflexión está en aplicar a nuestras vidas esa misma obsesión hacia el sentimiento ganador. No somos hinchas de un equipo porque tenga una vitrina llena de copas y trofeos, sino porque nos ha enseñado que sí se puede ser ganador y eso implica tener que caerse y esta hinchada en los últimos años ha sabido sobreponerse y no se ha quedado en el fondo y al contrario hemos sido mucho más ganadores después de haber perdido una final contra River Plate o haber sido eliminados por un equipo chico en una Libertadores y seguramente después del traspiés del semestre pasado, este seremos mucho más ganadores.
Detrás de toda obsesión o fanatismo hay cosas que la justifican: la religiosa un dios o ser supremo, la política un líder y la nuestra es una una obsesión por ganarlo todo.
Escrito por: ElDeLaSilla