El defensa tolimense marcó de tiro libre el gol de la victoria de Atlético Nacional sobre Junior en la
ida de los cuartos de final en la Copa Águila.
Corría el minuto 53 de juego, desde el sector izquierdo al arco sur del Atanasio, una falta cerca del
área derivó en un tiro libre a favor de Nacional, era el segundo en el partido y el primero en la
etapa complementaria. Detrás de la pelota; tres excelsos cobradores como Steven Lucumí, Dayro
Moreno y Daniel Bocanegra.
El ‘2’ acomodó la pelota, la mirada fija y la mente puesta en ponerla en el fondo de la red. Ya eran
127 partidos que el equipo masculino no marcaba por esa vía, la impaciencia, eran casi 2 años que
la esférica no pasaba la barrera y al arquero para estallar el júbilo verde. Ese poco entusiasmo se
disipó en unos tímidos flashes se vieran desde las tribunas.
Bocanegra tomó carrera, abrió el pie, su mente ya estaba en que la iba a poner al palo derecho, el
más lejano del arquero Luis Chunga. La pelota da una parábola perfecta, una curva que de lo
rápida y potente hizo que ante los ojos de los 8,842 espectadores la vieran como en ‘cámara lenta’
y en el que rara vez el sonido llegó al mismo tiempo que la imagen.
La pelota entró y se rompió ese mito, ese anti récord que pasaba vergonzante para muchos
cuerpos técnicos y jugadores que se rasgaban las vestiduras explicando que si se ensaya la pelota
quieta en los entrenamientos.
Ese gol me hizo recordar aquel que marcó Nubiluz Rangel en ese mismo arco y al mismo rival. La
venezolana anotó el primer gol de tiro libre para el equipo femenino en un partido profesional.
Bocanegra tenía la llave del gol y tardó en encontrarla, pues fue el nacido en purificación que
había convertido el último gol de tiro libre, la noche del 30 de septiembre en la victoria de
Nacional 1-3 sobre La Equidad.
Como otro dato anecdótico; se mantiene la paternidad verde sobre Junior en el Atanasio, en los
últimos 13 años, los barranquilleros no han podido ganar cuando visitan a Nacional en Medellín.
Ya pasaron 20 partidos en los que, con 15 victorias y 5 empates los antioqueños mantienen ese
largo invicto sobre los costeños.