Por:Andrés ‘Pote’ Ríos
En una dura final ante el Cúcuta, Atlético Nacional se coronó campeón del torneo nacional sub 20. Esta categoría es la segunda más importante después del equipo profesional y marca un logro muy loable que no se daba desde el 2016.
Al frente del grupo está el profesor Nixon Perea. Para él y todos los jugadores, una gran felicitación y las siguientes humildes reflexiones.
Hablemos primero de lo realmente importante, lo que atañe al fútbol y al balón. Esta categoría, este torneo nacional, es muy duro. Acá, sin temor a exagerar, se va a “muerte”, es el todo por el todo y hay un espacio de “hambre” por salir adelante y aprovechar esos momentos en donde está la opción de convertirse en un jugador profesional.
De igual forma, está el fragor de la edad. Son 19 años. Son momentos en los que embulle el saber qué se va a hacer de la vida. Y más en un muchacho que quiere ser futbolista, que se vino de otra región, que estudia, que hace sacrificios y que sabe que la competencia es feroz. De 100, dicen expertos que el 5% son los llamados a ser los elegidos para tener una carrera profesional en el fútbol.
En este equipo todos tienen el mérito. Son campeones. En mi opinión y consultando a muchos que han seguido este proceso, incluyendo los cubrimientos constantes de Nacional es Pasión con esta y otras categorías. Estos jugadores sobresalen, ya han tenido algunos minutos con la profesional y podrían consolidarse:
-El arquero Juan David Ramírez
-El defensor central Andrés Reyes
-El volante mixto Andrés Perea
-El volante mixto Yeiler Goez
-El volante creativo, neto 10, Brayan Gómez
-El extremo derecho Hayen Palacios
Porque soy un convencido que los títulos son válidos en estas categorías, pero acá lo realmente valioso son los jugadores que salen para convertirse en patrimonio neto del club. Creo que esa es la esencia.
Eso sí, Atlético Nacional como el club más grande del país que es, les da todas las comodidades y garantías necesarias para el bienestar de cada uno de estos muchachos. Lo tienen todo para competir.
Las divisiones inferiores del club viven un momento de transición. Ha llegado un asesor holandés, y, en pocos días se conocerá el nuevo director de las divisiones inferiores ante la partida de Nelson Reyes.
Es claro que cada día la exigencia es mayor y el club tiene como formadores a jugadores históricos como Hernán Darío Herrera, León Villa, Jimmy Arango y el mismo Nixon Perea.
Hay agradecimiento, hay trabajo, pero también debe haber, y ha habido, productividad. Eso implica no quedarse en zonas de confort y apuntarle a un factor fundamental: capacitarse con constancia. Mucha academia hay que meterle a eso.
Termino esta columna con una anécdota con el profesor Nixon Perea. Vale la pena aclarar que no lo conozco personalmente, lo vi como jugador y he visto partidos de los equipos que él dirige. Hace poco, a raíz de una columna que escribí sobre “El Arriero” Herrera por el título de Copa Águila, textualmente afirmé:
“No me cabía en la cabeza que nombraran a Nixon Perea -quien dirige la sub 20- quien fue un discreto jugador y a tu lado languidece ante lo que fuiste como futbolista de Colombia y Nacional. No hay punto de comparación”. Lo anterior sobre quien pensaba yo que debía asumir la profesional ante la salida de Almirón.
Al profe Nixon le molestó esa afirmación. Ante eso profe le pido excusas si hubo molestias de su parte. Eso sí, sigo pensando lo mismo. Creo que por historia futbolística lo merecía mas Herrera. En ningún momento, y el texto es claro, demerito de su trabajo como director técnico. Solo creo que usted no me llenaba la retina como futbolista y eso es respetable.
Nada de esto es personal. Es fútbol y como humilde consejo le digo que usted algún día va a dirigir en la primera división y allí la crítica desde todos los frentes es implacable y hay que saber reaccionar ante ella.
Es parte del trabajo y acá habla su trabajo.
Usted ganó el año, es campeón y tiene mi respeto ¡Para adelante!