LA REUNIÓN DEL 30-12-2020, ARDILA, REFUERZOS, OTROS TEMAS.
Por Andrés ‘Pote’ Ríos
No hay momentos de paz en Nacional. Diría que desde que se ganó la Copa Libertadores de 2016, salvo el oasis del título de Liga de 2017, semana a semana el club se balancea en fases de turbulencia, debates, escándalos, peleas, filtraciones y todo tipo de situaciones que poco a poco corroen la solidez y grandeza con la que se han construido los cimientos de las tres torres que marcan nuestro escudo. Es claro que un club como el verdolaga tiene esas complejidades, pero lo preocupante es que se conviertan en parte del paisaje, del día a día, que el nombre Atlético Nacional se asocie a problema y que, en lugar de ello, nos olvidemos al son del paso de los años (en este caso ya sumamos tres años y medio) de los grandes logros y de crecer como institución e hinchada.
La hinchada tiene derecho a reclamar, a exigir, la hinchada es el alma del club. Puede que no sea la dueña del club, pero sin hinchada no hay nada y, ya en el plano empresarial, tampoco funciona el negocio sin el respaldo de los hinchas. Pero hay algo, por más tibieza que usted quiera acomodarme, a lo que jamás voy a renunciar en mi vida y son las formas y los caminos para lograr las cosas. Reclamar, exigir y protestar, tiene muchas vías y, al final, a veces más allá del resultado y el objetivo de las mismas, lo que forja y queda es el cómo se lograron. El cómo por encima del qué es lo que da muchas razones y ofrece algo invaluable: el respeto. Eso no lo negocio.
Ahora bien, hablemos de este Atlético Nacional que empezará a afrontar los retos del primer semestre al son de polémicas que se salen del parámetro tradicional: filtraciones, acusaciones, dudas, silencios, divisiones, necesidades y un ambiente muy enrarecido.
¿Qué es la mesa de co-creación?
Es un espacio, muy valioso por demás y que, hasta dónde sé, no tienen ningún otro club en el país, en dónde representantes de la hinchada y el club trabajan en equipo y debaten sobre diferentes actividades y temas relacionados con la institución. Se reúne una vez al mes y funciona desde hace un año y medio, aproximadamente.
De esta mesa de trabajo hacen parte: la gerencia de mercadeo del club y la gerencia de comunicaciones. Desde las barras y asociaciones están: Los Del Sur, Ubanal, Pueblo Verdolaga y La Comunidad Verdolaga.
¿Por qué hago parte de la mesa? Cuando se creó la mesa, iniciativa que nació del club, me invitaron a ser parte teniendo en cuenta la participación de mi barra, ADN Verdolaga, en la tribuna oriental. Luego, al poco tiempo, fui uno de los fundadores y el presidente de La Comunidad Verdolaga (reúne 15 barras de oriental y occidental) y representaba a esa entidad en la mesa. En octubre del año pasado me retiré de la presidencia de La Comunidad Verdolaga y manifesté mi renuncia a la mesa de co-creación. De forma unánime, desde el club y desde las otras barras y asociaciones, pidieron que siguiera como integrante de la mesa. Fue un honor y por eso hago parte de ese valioso grupo de trabajo entre el club y la hinchada.
La reunión del 30 de diciembre
El pasado 30 de diciembre el club, en cabeza del gerente de mercadeo, Ricardo Zapata, convocó a la mesa de co-creación a una reunión en la sede de Guarne.
Las personas que asistimos a la reunión fueron las siguientes:
Ricardo Zapata, gerente de mercadeo.
Juan Fernando Ortiz, gerente de comunicaciones.
Francisco Nájera, gerente deportivo y encargado del equipo de contrataciones.
David Gutiérrez, jefe de prensa.
Sebastián Lopera, empleado del club, trabaja con Nájera en todo el tema de contrataciones.
Felipe Muñoz y Felipe Ospina de la barra Los del Sur.
Guillermo Otálvaro de Ubanal.
Hernán Uribe y Andrés Fernández de la Comunidad Verdolaga.
Juan Esteban Mosquera y Alejandro Sánchez de Pueblo Verdolaga.
En sí, tres directivos del club (no siete como lo afirmaba un “vende-humo” de twitter), dos empleados y la representación de la hinchada que hace parte de la mesa.
En aras de dar una mayor claridad, todos los representantes del club participaron y aportaron en la reunión. Desde el lado de la hinchada las participaciones, preguntas, opiniones e incidencias se centraron en la vocería y participación de Felipe Muñoz y Felipe Ospina de Los Del Sur, Hernán Uribe de Comunidad Verdolaga y mi persona. Al final, Guillermo Otálvaro de Ubanal hizo una breve reflexión.
Estos fueron los temas más relevantes y mi opinión al respecto:
Filtraciones
Desde el club hay una gran preocupación por el tema. Manifestaron que están realizando procesos e investigaciones para dar con quien o quienes filtran información sensible y veraz de la institución a la prensa, barras y algunos tuiteros. Ya han tomado medidas, faltan más y lo hacen bajo un proceso en el que recopilan pruebas para no quedar con dudas al respecto a la hora de tomar decisiones frente a esta situación.
Mi opinión: creo que el tema de las filtraciones ha existido y existirá siempre en una organización. El chisme es parte del genoma humano y es un mal imposible de erradicar. Sí creo que se puede minimizar y tratar de controlar para evitar daños colaterales. Una cosa es que Nacional tenga algunas filtraciones y otra, como lo veo ahora, que su techo esté lleno de goteras y corra el riesgo de caerse. Es increíble el nivel de filtración en el club. En Twitter hay cuentas que son la voz no oficial del club con datos tan certeros y firmes que tienen más credibilidad que el mismo club. Hay otros que tiene la “misión” de avalar o desmentir noticias alrededor del club. Y en la prensa, que tiene como misión investigar e informar, las fuentes verdolagas a veces son pozos sépticos al son de conseguir más seguidores, tener más likes y ver quién es el “dueño de la chiva”. Al final, algunos están en un caldo fétido en dónde “compiten” por dilucidar “quién la tiene más grande” y quién es el “dueño de la verdad verdolaga”. Hay otros que manejan muy bien sus fuentes, con argumentación, con carriles correctos para contar el hecho, en sí, no se les nota las ganas de figuración, denotan el sentido de informar. Las fuentes son como matas a las que hay que saber cultivar, regar, cuidar y respetar; si se manejan mal: se marchitan. Uno con sus fuentes se juega la credibilidad. Eso, tristemente, se ha perdido al son del todo vale y el cultivo del ego.
Vuelvo de nuevo a las formas por encima del objetivo. Cada quien verá cómo administra su ética, su credibilidad y sus métodos. Creo que al son de supervivir en la dura situación de esta profesión, no todo es válido.
El caso, volviendo a las filtraciones, es que esa información se filtra siempre por alguna razón que va más allá de contar un simple chisme. Estoy absolutamente convencido que eso ocurre, por lo regular, con intenciones por debajo de la mesa. Muevo acá, para tapar allá, cuento esto, para quitar presión acá y que se vaya el foco de atención para allá; filtro esto porque no puedo decirlo y uso a estos para que ellos los digan y quede todo en evidencia. Juego sucio total.
Lo dije en la reunión y lo pregunté: creo que muchas de esas filtraciones no se dan muchas veces en instancias bajas o medias de Atlético Nacional, creo, por la importancia de las informaciones y su acceso, que en los mandos altos – directivos eso también se puede dar. Algo de suma gravedad y que no tuvo una respuesta contundente en dicha reunión y que espero preguntarle al presidente del club.
La contratación y los refuerzos
Francisco Nájera y Sebastián Lopera son los responsables de las contrataciones en el club en un trabajo que articula al cuerpo técnico y a la comisión técnica. Pero, explicado por ellos en la reunión, ellos son los que hacen los seguimientos a los jugadores, analizan (apoyados en aplicaciones tecnológicas, recomendaciones, videos, números y, obviamente, las condiciones del mercado) todas las variables de jugadores o directores técnicos que se acomodan al perfil que ellos tienen definido para llegar a Atlético Nacional.
Bajo ese esquema de trabajo contaron que para llegar al club hoy se fijan en muchos aspectos a la hora de traer a un jugador. Más allá de sus condiciones futbolísticas, los números, el palmarés y lo que aglutina las necesidades por posición del momento, también miran su parte personal, su estructura humana, sus valores, comportamientos, manejo comunicacional (redes sociales), entorno familiar, entre otros. Repito, aplica para jugadores y cuerpo técnico.
Pero lo más importante es algo que quedó muy claro en la reunión: Francisco Nájera y Sebastián Lopera asumieron la responsabilidad en la construcción y estructuración de la nómina que va a competir en el 2021-I, esto abarca la contratación de Guimaraes, los refuerzos que llegaron y llegarán, los jugadores que se fueron y los que se quedaron. Ellos, repito, asumieron esa responsabilidad desde el club y, al final, los objetivos cumplidos o no, darán su balance y veredicto sobre esta labor que ojalá salga bien. Pondero el hecho de haber asumido y dar claridad sobre esta responsabilidad ante los que estábamos en la reunión.
Francisco Nájera fue muy enfático en manifestar no una, si no dos veces, que Atlético Nacional no se va a convertir en un Envigado en cuanto a su política de contrataciones y objetivos deportivos.
En cuanto al tema de los refuerzos fueron claros: el cuerpo técnico no pidió un arquero, se va a traer un central que están en la fase de cerrar la negociación, un volante mixto (según entendí) y un nueve que ya llegó. Salvo situaciones extraordinarias, son tres refuerzos puntuales adicionales a los que ya llegaron.
Acá hago una salvedad y me refiero al tema de la llegada de Jonathan Álvez. Jugador con muchas condiciones, buenos números y que deseo le vaya bien. Pero, si miramos el aspecto comportamental, hay antecedentes difíciles y genera dudas. Lo anterior también lo pongo en estas letras al son de lo que dije anteriormente sobre la revisión que hacen desde la comisión técnica a la hora de traer un jugador y analizar su parte personal. Acá veo una contradicción a ese proceso, más aún cuando también nos dijeron en la reunión que Gustavo Torres, sin duda, fue un fallo en ese proceso y un jugador que nunca debió llegar a Nacional. Ojalá Álvez triunfe y no sea otro “caso difícil”.
Una cosa es clara: yo mido a los refuerzos en competencia. Antes, todos son un “tiro al aire”, incluido el cuerpo técnico.
Alexander Mejía
Fue uno de los temas centrales de la reunión. Desde Comunidad Verdolaga y Los Del Sur se manifestó, que más allá de las necesidades por posición o requerimientos del cuerpo técnico, era claro que un jugador como Mejía, que está activo, que compite, que tiene una edad productiva en el fútbol, es un nombre a tener en cuenta. Pero, sobre todo, se dejó muy en claro desde todos los frentes de la hinchada que estuvimos en dicha reunión, que el equipo necesita de liderazgo, que la falta de ese mismo liderazgo es uno de los aspectos que hicieron de la temporada anterior un auténtico fracaso y que un tipo con todo el ADN del club en sus venas, como Mejía, hoy más que nunca es necesario en el camerino y en la inyección de entrega que los otros jugadores necesitan.
De igual forma es un golpe de opinión que necesita el club hacia la hinchada y que la hinchada misma requiere para hidratar el optimismo y la fe en medio de tanta frustración, debate, polémica y dudas en cuanto al manejo de los refuerzos del club (de ese tema hablaré más adelante).
La respuesta del club (Nájera y Lopera) fue que valoraban mucho a Mejía, sabían de su importancia y aporte, pero que no era el momento para que él llegara a Nacional; y, que fuera de ello, no estaba en los planes del actual cuerpo técnico. También dijeron que existía la estructuración de un proyecto para “repatriar ídolos” y que lo anunciarían a futuro.
En sí, ripostamos diciendo que: ¿Entonces cuándo será el momento de un regreso de Mejía si no es ahora? ¿Cuándo esté más viejo, cuándo ya no sea tan útil y aportante? Adicional a esto, los representantes de Los Del Sur manifestaron que ellos sabían con conocimiento de causa que Alexander Mejía no llegaba a Nacional porque Carolina Ardila se oponía a esa gestión.
Todo quedó en “no era el momento” y en puntos suspensivos.
En eso quedó un gran sinsabor. Entiendo que cada director técnico se la juega en sus decisiones a la hora de armar su nómina (adiciono la responsabilidad ya escrita anteriormente en esta labor a Nájera y Lopera), pero el traer a Mejía va de la mano de algo que anda muy perdido en este club: la pertenencia, la mente ganadora, la mística y el saber que camiseta visten. Y reitero, Mejía está activo, juega, puede aumentar su nivel, es líder, tiene fútbol, es más el plus que lo menos.
Sobre el caso Macnelly Torres en la reunión quedó la propuesta para el club para darle una despedida acorde a su historia y logros con Nacional. Se dijo que por edad, nivel y actualidad no está para regresar, lo anterior bajo el manto del profundo respeto por el jugador, pero con la sensatez de la actualidad. El Mago merece todos los reconocimientos que se le puedan dar.
Otro ítem que se desprendió de este tema es el del liderazgo. El club considera que hay liderazgo en el camerino representado en Jefferson Duque y en otro par de jugadores. Creo que puede ser una tesis válida en el marco de no conocer la intimidad de esos espacios, pero no quedo conforme. Creo que sí falta un mayor liderazgo. Y no es nada contra Duque, a quién respeto, admiro y deseo lo mejor, pero veo más ascendencia de líder en Andrade. Es que el liderazgo, el GRAN líder, transciende más allá de un camerino, su estela genera respeto y tranquilidad en el hincha; eso no lo veo desde la partida de Alexis Henríquez y, eso mismo, ha tenido representación en nombres como: Alexis García, Víctor Aristizábal, Juan Pablo Ángel, René Higuita, César Cueto, entre muchos otros. Eso sigue acéfalo, ojalá lo sintamos y encontremos en este semestre.
Carolina Ardila
El nombre del momento, el tema candente al son de muchas cosas que ya he visto en lo que es el mundo Atlético Nacional. Que si no apoyas el HT de su salida es que estás a favor de ella, la apoyas, recibes plata de ella, del club; que si no pides con vehemencia que esa señora se largue de Nacional y no estás de primero en el pelotón, antorcha en mano, trinche en la otra y en la cabeza una sábana con tres huecos y la acusas con todo tu poder, es que eres tibio, frágil, poco hincha y mereces toda la sarta de insultos de los “valientes” anónimos del teclado digital tuitero. Y, si tus cuentas, proyectos, no están de acuerdo con ese proceder y no se prestan para ello, obviamente salen los “lagartos” eternos, agazapados en su frágil valentía digital, no real, a ver la oportunidad para afilar sus escamas lambonas para graduarse y, graduar a otros, de los más hinchas y los “más influyentes” en el mundo Atlético Nacional.
Se los digo: me importa un reverendo carajo con rábano incluido. Como me importa un carajo, salvo su integridad como humana, como la de cualquier otro humano, la señora Carolina Ardila. Ella creo que está muy grande y capacitada para defenderse solita (si así lo quiere hacer). Ya su relación con el club, como hija del dueño y empresaria, tiene otro proceso de mi parte.
Yo mis principios, repito, no los negocio. Los tengo claros y, repito, acá de nuevo opera el qué por encima del cómo. Y explico: dicen que ella le hace daño al club y que debe irse y alejarse de todo lo que tiene que ver con Atlético Nacional. Válida petición. Pero ¿y el cómo? Y ahí se desprenden preguntas a las que les seguiré buscando respuesta para tener clara mi posición: ¿qué es cierto acá y qué no? ¿Ella qué tiene que decir al respecto? ¿Qué jugadores son de ella, juveniles y profesionales? ¿Qué negocios puntuales hace y ha hecho ella trayendo o vendiendo jugadores del club? ¿Qué presión real ejerce sobre el club como empresaria del fútbol e hija del dueño?
Esas muchas otras preguntas hay, lo anterior, acompañado de pruebas reales y precisas que van de la mano primaria de los testimonios de los involucrados. Es que lo siento con todos ustedes, lo lamento de verdad: yo no declaro culpable a alguien sin saber razones, motivos, realidades. Yo no me sumo a los cadalsos y sus formas masivas de laceración y linchamientos sin ton ni son. Si ese aspecto es la tibieza y si esa tibieza es fragilidad y ser un tal por cual, bienvenido sea. El cuero lo tengo muy curtido y no tengo que demostrar nada de lo que soy como persona, profesional, mis proyectos y mi filosofía para ello. Menos aún me interesa demostrar si soy buen hincha o no, si soy de los que compiten por ser “dueños de la verdad verdolaga” o si Nacional me sostiene o me tiene en la “nómina” alterna al son de la manipulación o el “trabajo sucio”. No, lo siento, pero no soy eso. Tengo muy claro quién soy, qué he hecho por este club, lo que ha hecho por décadas mi familia por él, y ya no tengo que demostrarle nada a nadie. Así soy feliz, el día que me mame, bajo la reja y listo, nada pasa, Nacional seguirá ahí.
Sí quiero ser muy claro en lo siguiente: con este tema de Carolina Ardila y otros temas que giran alrededor del club, quiero conocer la verdad o, por lo menos, llegar hasta donde mi nivel de investigación lo permita. Esto no es de ahora, hay cosas muy malucas alrededor del planeta verdolaga que no me gustan desde hace tiempo; la hinchada y el sentido de lo correcto merecen saber más.
Ahora bien, en la reunión tomé la palabra y a los cinco representantes de Nacional les pregunté lo siguiente, no sin antes decir que me parecía muy raro y no compartía el silencio del club, sus directivas y el presidente en torno al tema Carolina Ardila:
Más allá de la relevancia y condición de hija del dueño del club y empresaria de futbolistas:
¿Carolina Ardila trabaja en Atlético Nacional?
¿Carolina Ardila hace parte de la comisión técnica del club?
¿Carolina Ardila presiona o tiene injerencia en la llegada y salida de jugadores?
¿Carolina Ardila hace parte de grupos de whatsapp en donde opina o aconseja sobre la salida y llegada de jugadores?
¿Carolina Ardila pide o ejerce presión para que los jugadores de su empresa Élite Player, tengan prioridad en los negocios del club y en la construcción de la nómina profesional por encima de los demás?
¿Qué trato tiene el club, sus directivas, el presidente con Carolina Ardila?
La palabra la tomó Ricardo Zapata, gerente de mercadeo del club y dio las siguientes respuestas:
- Carolina Ardila es integrante de la familia que tiene la mayor presencia accionaria del club. No trabaja para el club Atlético Nacional, ni recibe un sueldo o alguna presencia monetaria por parte del club.
- Carolina Ardila no hace parte de la comisión técnica del club.
- No (acá también hablaron Nájera y Lopera) hemos recibido alguna presión o injerencia por parte de Carolina Ardila para la contratación o salida de algún jugador.
- La relación con Carolina Ardila es una relación cordial y de respeto como la que tenemos con los otros empresarios con los que el club se relaciona en su diario accionar.
- Carolina Ardila y su empresa representan o tienen solo el 5% de jugadores de la plantilla profesional y algunos juveniles.
La respuesta es una respuesta institucional por parte de representantes del club a lo que le sugerimos al club dar esa respuesta a la hinchada, no mantener un silencio que da para pensar todo tipo de conjeturas. Al igual que los temas de Rueda-Ángel, Leonel Álvarez, Mejía y Macnelly, que son de alta tensión e importancia, el club mantuvo silencios que solo generan más polarización, chismes y enfrentamientos. Respetuosamente le sugerimos en la reunión a los representantes de Nacional que opten por dar más claridad en esos temas. Dijeron que van a evaluar internamente esa solicitud.
Desde La Tertulia Verdolaga y Nacional es Pasión, por más tibieza que ustedes consideren, no renunciamos a nuestros valores, no nos prestamos para manipulaciones, vengan de donde vengan y seguimos buscando más profundo con este tema. Para ello, el programa que regresa la otra semana ya está enfocado en las siguientes acciones:
- Ya le pedimos a Carolina Ardila que participe en uno de nuestros programas para entrevistarla. Y acá no se peguen de la tesis de que para qué hacerlo si no va a decir o reconocer nada. No seamos facilistas, es periodismo, sin conocer el punto de vista de la gente con pruebas de lado y lado y solo evaluando una versión, ningún escándalo hubiera salido a la luz pública. Al son de eso, Nixon hubiera terminado su mandato y los falsos positivos en Colombia seguirían en el anonimato.
- Le solicitamos al club una cita para tener en el programa al presidente Juan David Pérez para hablar de este tema y de otros más.
- He hablado con los líderes de Los Del Sur y han confirmado su participación en el programa para dar sus argumentos y pruebas sobre este tema y sus consecuencias para la institución.
- Invitaremos a hinchas, tuiteros o no, para que participen con sus preguntas.
- Invitaremos a uno o varios periodistas reconocidos y serios para que aporten desde su criterio.
Con todo lo anterior buscamos darle un panorama de la situación a la hinchada, a la opinión pública para que así tenga insumos para evaluar este tema. No somos jueces de nadie, nuestro deber es ver la situación, mostrar sus facetas, analizar y ahí sí, ver qué queda de todo esto.
Nada peor que el borreguismo estructurado al son de la turba y que la misma turba no tenga cimientos o argumentos para estar en la fila de ese borreguismo (siempre, para bien o para mal, el borreguismo es nocivo). Nada peor que al son del ego, intenciones diversas o el dañar a alguien o a una institución, se establezcan acciones que pueden conllevar a hechos graves. De verdad, ¿no aprendimos nada de la muerte de Andrés Escobar?
Sé que representantes de la hinchada le han pedido a Carolina Ardila, en por lo menos dos ocasiones, reuniones para confrontar criterios, hablar y saber qué pasa y a qué atenernos como club, hinchada y proyecto deportivo. Ella no ha aceptado. Mi llamado es a que lo haga. Creo que un HT con más de 35 mil reacciones indica un clamor y un pedido concreto. Creo que la acción dialógica basada en la argumentación, las pruebas y el respeto, siempre deben ser las herramientas de solución de conflictos. Si apelar a esto me hace tibio, repito, bienvenida la tibieza.
Hay que meterle neurona, análisis, carácter y criterios a esto. Ver más allá, se inicia un nuevo proceso que no aguanta más fracasos, los créditos para muchos se agotan, este inicio, al son de una hinchada que promueve el “todos juntos”, pero que muchas veces no lo aplica o lo hace al son de buscar siempre un culpable y nada pasa, no es el camino.
Es que miremos hacia atrás. Sin resultados positivos a nivel deportivo siempre se agita un torbellino en el que hay que buscar culpables dentro y fuera de la cancha. Por fuera de ella, recuerdo que se dijo que un señor Francisco Piña era el que iba a acabar el equipo. Luego el turno fue para Francy, después llegó el nombre de un Miguel Escobar; hace unos años salió a la palestra Mauricio Navarro, Juan Fernando Prats y también han visitado ese “cadalso” Juan Carlos de la Cuesta y Víctor Marulanda. Ya a nivel de jugadores, la lista es bien larga.
Algo muy positivo ante toda esta situación es la iniciativa del club de establecer un diálogo con representantes de la hinchada. Más allá de todo, la reunión del 30 de diciembre y el trabajo de la mesa de co-creación es un espacio de respeto, libertad de expresión, argumentación y trabajo en equipo donde se ha crecido en muchos aspectos. El club demuestra ahí muchas cosas positivas. Esa labor se debe mantener y no puede acabarse.
El caso es que hay problemas muy profundos de forma y de fondo. Cosas que (al menos en lo que respecta a la coyuntura actual que involucra la figura y la persona de la hija del dueño del club) merecen un mayor rigor en el análisis. Este Atlético Nacional 2021-I tiene nuevos aires sostenidos en lo convulsionando del ambiente, de corazón, esto tiene que cambiar.