ATLÉTICO NACIONAL Y LA COSTUMBRE DE LO IRREGULAR
Por: Juan Felipe Velásquez
El verde antioqueño sufrió una derrota ante Bucaramanga en la noche anterior. Un marcador adverso por 3-2 que desestabiliza y hace tambalear los cimientos de la credibilidad en un nuevo proceso.
Y si, no todo es malo, Nacional sigue dentro de los 8, ha mejorado su promedio de gol en contra y, por momentos, practica buen fútbol; pero al hincha de Nacional no le basta lo esporádico. La hinchada es cada vez más impaciente, pues se acostumbró a dominar el FPC y ahora solo puede ver cómo otros se reparten los títulos. Ayer Nacional volvió a caer en un vacío, en una inexpresión futbolística, en un rendimiento muy inferior (colectivo e individual) a lo que se espera del equipo. Por supuesto, esta irregularidad deriva en derrotas que, más allá de lo netamente deportivo, generan impaciencia y baja credibilidad del hincha en el nuevo proceso.
En lo estratégico, Nacional repitió su nómina base de todo el torneo, con la diferencia que Guimarães permitió el debut de Kevin Mier en el arco nacionalista. Pero es que Nacional, por más que trate de consolidar un once, equivoca los caminos. Dejando de lado el nivel individual (que no es nada para menospreciar), el verde se ve excesivamente apresurado, tanto que erra constantemente. Quiere hacer todo a una alta velocidad y termina por perder el control y el dominio. Sus dos mediocampistas interiores deben correr el campo de área a área y a una intensidad sobrenatural, por eso se ven rezagados y bajos de forma. Sus extremos no hacen pausas para permitir que el bloque avance y terminan siempre en inferioridad numérica cuando atacan. Nacional se agota víctima de su propio ímpetu y exagerada velocidad en las transiciones de fase.
El empate de Bucaramanga es ejemplo de ello, pues Banguero en la urgencia de presionar a su marca, lo persigue a una zona que no compete y libera un espacio que aprovecha el volante rival. Clara muestra de que Nacional sufre los partidos por querer correr más que pensar. Y así fue el devenir del resto del encuentro, con volantes que priorizaban llevar el balón al último tercio inmediatamente después de recuperar, sin notar que ponían en aprietos (inferioridad numérica en los duelos) a un centro delantero que, dicho sea de paso, está más concentrado en lo que hablan o no de él, que de jugar con el nivel que este equipo solicita.
- Nacional institución urge de resultados, la hinchada solicita y el proceso solo se verá respaldado cuando ganar se vuelva costumbre. Cada vez está más cerca el encuentro por Copa Libertadores y perder en esta fase puede ser una estocada final a un proyecto que, en principio, ilusionaba. La evolución en el juego y los resultados favorables serán el soporte del técnico Guimarães para ganarse el cariño y respeto de propios y extraños.