UN VIEJO CONOCIDO
Por: Juan Felipe Velásquez.
Nueva (y lastimosamente, acostumbrada) derrota contra Tolima en condición de visitante. Nacional se acostumbra a ser superado por el equipo pijao y parece que no hay DT que logre darle la vuelta.
En Nacional siempre hay que ganar, pero el cómo se gana también importa. Prueba fehaciente de ello es la terminación del ciclo de Juan Carlo Osorio. Su equipo era el más goleador del campeonato y, cuando fue apartado del equipo, se ubicaba 4to en la tabla. Hoy Nacional es primero, pero si analizamos los últimos 10 partidos, solo ha sido realmente superior en 4 de ellos, añadiendo que repitió rival en Copa Libertadores, por ende, solo ha logrado superar con claridad a 3 rivales de los últimos 9. Antes de analizar, es claro que el proceso empieza y que toda la crítica que se hace tiene sentido constructivo, pero nada hace que un proceso pueda ponerse bajo la lupa y adoptar mirada crítica; siempre con respeto y tratando de ayudar desde el rol de periodista.
Nacional viene repitiéndose en errores. Es una constante la velocidad vertiginosa con la que pretende atacar siempre. Sus jugadores apuran el pase, se precipitan para conducir y tratan de explotar espacios en transiciones, pero pocas veces se encuentra en superioridad numérica, pocas veces hace secuencias largas de pase y pocas veces ejerce una presión alta. Todo esto en el marco de los últimos 10 partidos. Desde el minuto 1 la disposición de ambos equipos era totalmente diferente; Tolima presionaba con bloque medio-alto, mientras que Nacional hacia bloque bajo y trataba de presionar en zona 2, pero sin efectividad.
Un primer tiempo donde fue superado en todos los sectores, en todas las líneas y en todos los duelos, de hecho, cuesta encontrar alguna jugada rescatable en ataque, incluso, algún jugador de rendimiento preponderante. Si, el primer gol es producto de un tiro de esquina, y es que es en los balones parados donde los equipos se igualan, pero independientemente del azar de dicha jugada, Tolima ya había arrimado varías veces con peligro. Una consecuencia del dominio que ejerció.
Antes de pasar al segundo tiempo, resaltar la labor de un jugador que poco ha jugado: Chacón. Sabe y conoce lo que es juego de posición, identifica bien el pase entre líneas y su orientación corporal siempre es para dar el pase en progresión; además, cambia muy bien del lado fuerte al lado débil. ¿Problemas qué tiene? 1. Le cuesta leer a su propio equipo cuando está en ataque y entonces se confunde en los relevos; y 2. Su estilo de juego no sirve para ESTE Nacional porque lo que importa aquí es ejecutar todo en velocidad juego de posición y posesión, poco.
El ingreso de Jarlan Barrera, sumado a la disposición estratégica de Tolima, ayudó a que Nacional pudiera ubicarse en zona 3 con mayor facilidad y por periodos extendidos del segundo tiempo. Al final, de poco sirvió porque este equipo no conoce cómo jugar contra equipos que se repliegan; demostrado incluso en la fecha anterior vs. Medellín. Llegó el segundo y definitivo gol de Tolima justamente en un contragolpe a campo abierto y se sentenció una nueva derrota ante el equipo de Ibagué.
Es cierto que faltan jugadores que son importantes en el funcionamiento del equipo, pero Nacional no fructifica la amplia y variada nómina que tiene. Lo especial de tener jugadores en la plantilla con características distintas es aprovechar lo que aportan; no se puede pretender que Marulanda cumpla las mismas funciones que Candelo, que Chacón haga lo mismo que Gómez, o que Duque juegue igual que Álvez. Todos son distintos, pese a que juegan en la misma posición. Es necesario que el DT tenga diferentes planes de acuerdo a los jugadores con los que cuenta y al rival que enfrenta.
No queda más que seguir apoyando y confiando. El funcionamiento aún es irregular, pero los resultados avalan el proceso, recordando siempre que en Nacional todo es importante y que la hinchada solicita fútbol del bueno, del bonito.
