FOTOS: CORTESÍA DIMAYOR.
Por: Juan Felipe Velásquez.
La Copa Colombia, tan infravalorada por algunos, pero que brinda cupo a torneo internacional y, dicho sea con orgullo, es el único título de Nacional desde el 2017.
Nacional presentó una nómina ideal para todos, a excepción de la ausencia de Aguilar, el equipo de ayer es la nómina tipo de la mayoría de hinchas. Nacional encaraba esa primer tiempo con la responsabilidad de buscar el gol que igualara la serie, pues se perdió por 2-1 en la ida, y Nacional respondió con creces. Arroyó al equipo capitalino y pude haber marcado 3 o 4 goles, pero sólo entró uno y el segundo tiempo fue otro cantar. Un partido cerrado, un Santa Fe que luchó en cada sector y anuló la creatividad ofensiva de Nacional.
Esta vez, los cambios que ejecutó el profe Restrepo no fueron tan cuestionables como en otras ocasiones, pero hay que decir que no surtieron efecto alguno; por supuesto que esto no es enteramente culpa del DT, los jugadores también deben hacer su parte, pero parece que los cambios en Nacional son absolutamente calcados en cada fecha. Preocupa la falta de inventiva o la desidia para actuar con riesgo, una de dos, pero lo cierto es que Nacional no propone nada distinto cuando hace cambios.
Mas allá de ese factor, que no es una nimiedad, pero tampoco es algo que preocupe sobre manera, el hecho es que anoche se vio un equipo que enfrentó la presión como candidato, pero también (y a gusto personal), se vio un equipo que pudo enfrentar una definición desde el punto penalti con mucha eficiencia y eficacia. Cobros excelsos, que brindan tranquilidad a todos. Hace rato no veíamos algo así en Nacional.
Se viene Junior y uno no puede estar seguro de que versión del equipo tiburón enfrentaremos. El equipo barranquillero puede hacerte un gran partido, goleándote y doblegándote hasta el cansancio, o puede ser desastroso su funcionamiento, cometer errores infantiles y brindarte la victoria con cierta comodidad. Veremos qué sucede, pero el camino a la estrella exige una buena presentación ante los rivales históricos, más allá de una victoria, es importante jugar bien.