FOTOS: CORTESÍA DIMAYOR.
Por: Juan Felipe Velásquez.
Nacional, sus jugadores, cuerpo técnico e hinchas necesitan dimensionar que el tramo final es el tramo más importante. Ayer Nacional rescató un empate en Cali, pero con honestidad y objetividad, el azucarero fue más y dominó completamente el partido, sobre todo el primer tiempo. El equipo Paisa jugó con cautela, timorato, resguardándose más de lo debido, cosa que no funcionó, pues rápidamente se encontraba perdiendo por 2-0 y con la necesidad de mejorar su juego ostentosamente para poder mantener la serie abierta.
El equipo debe entender que es ahora cuando necesita de fútbol y buen juego para ser campeón. Nadie recordará la actual campaña y al final no se corona con un título. Y ojo, porque cualquier equipo del FPC puede ganar, por eso compiten 20, pero la desconfianza en la hinchada reaparece y las dudas oscurecen la fe. Retomamos, entonces, aquella idea del proceso anterior: se puede perder, pero el cómo se pierde también importa.
Veo a muchos hinchas bajarse del bus de Restrepo, quitándole apoyo, si Nacional llegase a quedarse sin títulos este semestre jugando mal. El aficionado no es tonto y entiende que no siempre es posible quedar campeón, pero el fútbol y la actitud son innegociables.
Es ahora, Nacional. Estos meses finales son los que realmente importan. Es ahora cuando hay que demostrar de que están hechos. Es ahora cuando las victorias realmente suman algo más que puntos en una tabla de posiciones. El Verde necesita recuperar la memoria y hacerse poderoso desde los fundamentos, pero tratando de evolucionar su juego sin hacerse repetitivo. Quizás fue ese querer mejorar lo que jugó una mala pasada anoche, pues Nacional intentó con otro sistema, absolutamente válido y aplaudible, pero la propuesta fue cautelosa en exceso y ahí radica el verdadero pecado.