FOTOS: CORTESÍA DIMAYOR.
Por: Juan Felipe Velásquez.
A ver, seamos racionales: Atlético Nacional comparte grupo con Junior y Cali, rivales históricos y competidores directos para el cupo en la final de Liga. En la noche de ayer Nacional empató 1-1 en condición de local ante Junior. Evidentemente, en esta carrera corta que propone el sistema de campeonato, la clave está en lograr los 3 puntos en casa. Nacional no pudo quedarse con la victoria e inicia su camino con pie izquierdo.
Pero también es verdad que es apenas la primera fecha y que las cuentas aún pueden componerse, todo dependerá de lo que haga el equipo en la cancha. Ahora, lo que hace el equipo en la cancha también preocupa un poco. El Verde ajustó su quinto partido sin sumar 3 puntos y a pesar de que se nota cierta solidez defensiva, los goles no llegan y el equipo es poco fluido en sus ataques. Aquí ni hay un solo responsable y mi análisis no pretende hacer leña del árbol caído; si bien es cierto que lo mostrado en los últimos partidos deja una sensación de preocupación, también es verdad que yo sigo creyendo basado en lo que ya he visto del equipo y en las capacidades de los protagonistas.
Y es que hablando de los protagonistas, el nivel de algunos jugadores es muy bajo, pero también las condiciones en las que se desempeñan no están ayudando a su recuperación futbolística. Desde lo táctico y estratégico, Nacional se está viendo anulado (y por momentos, superado) por diferentes sistemas y módulos de juego, pero al final, la clave es la misma: presión agresiva en tercio medio. Es así como los rivales lograron hacer de Nacional un equipo tosco, duro, que no fluye con el balón como lo hacía al inicio de temporada. Mediocentros agresivos, marcas estrechas, centrales duros que obligan a jugar siempre de espaldas; con eso bastó para que los equipos del FPC convirtieran al equipo más goleador del torneo en un conjunto inofensivo.
Yo aplaudo la gestión del profesor Restrepo, de verdad. Tenía dudas en el inicio, pero ha demostrado ser un hombre de fútbol, de buen fútbol, pero el Plan A no está funcionando y el equipo, evidentemente, no tiene Plan B. Los cambios son automáticos, la idea de juego es inmutable, el sistema es fijo y algunos jugadores parecen intocables. El equipo se nota cansado, fatigado, con las piernas pesadas y esto no es culpa entera del cuerpo técnico. El fixture mal diseñado contribuyó bastante, pero el profesor Restrepo no ha querido rotar y aprovechar el extenso plantel y los músculos están pasando factura.
Inició la recta final a la estrella 17 y la fe se mantiene, el apoyo conviene y el equipo confía. No es momento de dudar, no es momento de bajar la intensidad; Nacional necesita la estrella y yo creo que es más que posible. El equipo es el favorito por mérito propio y esa cruz es difícil de cargar, pero todos están capacitados para demostrar porque juegan y defienden la camiseta del equipo más grande del país.