Por: Juan Felipe Velásquez.
Magnifica victoria de Atlético Nacional en condición de local antes Deportivo Pasto. El Verde fue contundente y mostró, de nuevo, el fútbol que le gustaba la hinchada. Los dirigidos por Flavio Torres se vieron impotentes ante un Nacional que lo dominó de principio a fin y se llevaron una dolorosa derrota por 3-1.
Un soplo de brisa fresca para el conjunto del Arriero Herrera que necesitaba con urgencia un partido como el de anoche. Pero la necesidad era también de la hinchada que, pese al día, el horario y el mal clima, acompañó con 17.000 personal al equipo. Noche redonda para todos.
Nacional regresa al doble volante de creación, Jarlan y Andrade en el caso puntual del partido de ayer. Dinámica, posesión, oportunidades de gol y mucho aplomo para dominar a un rival que debía ser dominado sin dudas. Si bien es cierto que el conjunto pastuso mostró muy poco, Nacional encaró su partido con seriedad y con sangre en el ojo. Bravo. Que vengan más de esos.
Es ahora el momento de prolongar la curva ascendente de rendimiento del equipo y regularizar estas presentaciones para que sean más asiduas y no tan efímeras. Un equipo como Nacional no puede ir por la liga dando tumbos; debe ser candidato siempre.
El fútbol es la dinámica de lo imprevisto, por esto es que yo, como analista, puedo entender de ser campeón no es una obligación a cumplir en cada torneo, pero 5 puntos de 15 posibles tampoco es aceptable. Recordar que en Nacional siempre importan las formas y que, más allá de una victoria o una derrota, el buen fútbol, el juego ofensivo, el hambre de victoria debe notarse siempre.
Ahora bien, es el momento de enfrentar a aquellos equipos que son tan históricos y candidatos como nosotros. Es momento de dominar a los favoritos al título y demostrar que lo de ayer no fue casualidad si no evolución.