Atlético Nacional continúa en su racha ascendente, esta vez la víctima fue el rival de patio, que vio impotente como el conjunto verdolaga lo pasaba por encima, en otra noche de goleada.
Ya había padecido Millonarios la tromba verdolaga, ahora le correspondió al Medellín sufrir al enfrentarse con el campeón de Colombia, aunque con artistas diferentes, Nacional volvió a mostrar un juego ofensivo y con muchos argumentos, para imponerse a su vecino de localía, que poco pudo hacer ante el embate del conjunto verdolaga.
Un Lobo aulló en la noche del clásico antioqueño y comandó la manada verdolaga hacia la victoria, el Lobo Alejandro Guerra, cual macho alfa, se encargó de regar con su magia, la gramilla del Atanasio Girardot, pases precisos, gambetas cortas, cambio de ritmo y llegadas a posición de gol, hicieron que el Lobo Guerra se convirtiera en la figura del partido.
El primer gol nace de un remate de Guerra, que desvía un defensa rival, merito para el jugador venezolano, que inició la jugada y la terminó, de ahí en adelante un solo equipo en la cancha, Nacional soló padeció un ataque del rojo, pero Neco demostró que ya está de nuevo a plenitud y salvó en tremenda volada.
En la segunda parte y como el domingo pasado, apareció nuevamente la contundencia de Nacional, Trèllez como pescador de área aprovechó un error y le marcó a su ex equipo, decretando el dos por cero, luego fue el propio Guerra quien aumentó la cuenta, mientras en la tribuna ya se cantaba el ole.
Solamente una llegada de peligro tuvo el Medellín en la segunda parte, pero de nuevo se encontró con un Neco inspirado, que volvió a volar para enviar el remate al tiro de esquina, pudo haber llegado el cuarto para el verde, pero el juez no lo permitió y anuló un gol de Copete, que daba la sensación de estar en posición legitima.
Tres a cero contundente y victoria para el equipo que más buscó el arco contrario y el que siempre propuso, justo premio para un Nacional, que poco a poco empieza a recuperar la senda del triunfo, no sólo con buen fútbol, también con contundencia y con mucha seguridad en su línea defensiva.