Por: Juan Felipe Velásquez.
He de reconocer que soy de aquel grupo de hinchas que inicia la temporada con desconfianza y no precisamente por las capacidades de jugadores y cuerpo técnico, sino por el hedor a poca planificación y proceso deportivo nulo que muestra la institución.
Dicho esto, hay que reconocer que la nómina de Atlético Nacional es una nómina para ser campeón. Tiene jugadores de calidad, tiene recambio, tiene muchas variantes que nacen en las características de los jugadores. El problema de Nacional es que no tiene una cabeza que muestre señas de estar pensando en grande y eso, al final, puede ser el más grande lastre que carga el equipo.
Ahora bien, en lo netamente deportivo y relacionado al partido de anoche, he de decir que se vio un equipo con una idea muy clara e identificable. Más allá de que sea una idea mala, que guste o no guste a los hinchas, hay una idea y eso me entusiasma. Largos meses sufrimos el tener que presenciar a Nacional correr la cancha sin sentido, desorientado, sin un modelo reconocible. Hoy es todo lo contrario y, sin poder asegurar que esta es la filosofía de juego que nos llevará a la estrella 18, pues si puedo asegurar que el equipo puede reconocerse. El estilo se nota.
Nacional presentó su 4-3-3 dogmático, Candelo fue falso interior, Dorlan fue falso extremo, Román fue lateral invertido, Ángel fue falso nueve, etc.
Un equipo con mucho movimiento, que muta constantemente y que no se deja referenciar con facilidad. De hecho, la cantidad de movimientos calculados que vimos anoche provocó confusión en el rival. Un rival que apenas pudo atacar y que, satisfactoriamente para nosotros, sacó figura a su arquero.
Porque si, además de ser un equipo que atacó bien, su punto más alto fue, sin lugar a dudas, el sistema defensivo. Kevin Mier fue espectador. Aquel arquero que hasta el año pasado era quien más trabajaba debido a lo permeable de la defensa, ayer sólo tuvo que disfrutar de lo que hacían sus compañeros. Excelente síntoma que muestra la mejoría de este equipo.
Este equipo que disfruta jugando en carriles interiores. Este equipo no depende de lo que hagan sus extremos para generar peligro; es más, este equipo solo usa las bandas para situaciones muy específicas. El equipo de Autuori le gusta jugar por dentro. Juntar a su gente en el carril interior del campo y aprovechar su riqueza técnica.