Por: Juan Felipe Velásquez.
Intrascendente partido amistoso entre Millonarios y Nacional en Estados Unidos. Victoria para el equipo bogotano y, para ser honestos, sería lo único para mencionar del partido.
En lo personal, me animé a seguir el partido con la tonta esperanza de ver algo distinto en la post era Autuori, pero objetivamente, han pasado sólo escasos días como para ver un fútbol distinto en Nacional. Quizás sea desespero de recuperar al Nacional que conozco cómo hincha del buen fútbol. La ansiedad de ver a Nacional mostrando fútbol exquisito como en otrora, pero nada. Más de lo mismo en cuanto a resultado y funcionamiento se refiere.
Ver a los juveniles tampoco se pudo. Nacional apenas hizo un par de cambios y todo sobre el final del partido. Nada por aquí tampoco. Y digo “nada” porque el DT interino no les dio oportunidad a los chicos de la cantera, no porque no exista material para mostrar. Todo lo contrario, la camada que viene detrás es tan buena como la que se consolidó este semestre que terminó. Habrá que esperar más tiempo para verlos.
Es una lástima que, haciendo análisis para escribir esta nota, lo único resaltable sea negativo: derrota con Millonarios, poco fútbol, nula participación de la cantera, problemas entre la hinchada y el cuerpo de seguridad del equipo, Romero escondiéndose de las cámaras para saludar a la delegación de Millonarios, etc.
Curiosamente, el tema más mencionado en redes por la hinchada verde fue la transmisión con excelente calidad a cargo de Miguel Simón. Si, queridos lectores, estamos tan sumidos en la mediocridad de Nacional y nuestro fútbol en general que solo podemos rescatar el trabajo excelso del narrador argentino que dio cátedra magistral de cómo narrar un evento deportivo.
Ya está. Nos toca quedarnos con eso y estamos condenados a conformarnos con lo ajeno y sufrir con lo propio.