Medellín, 26 de julio de 2023
Esto ya no es un asunto de barras populares, organizadas, familiares, sociales o del hincha de redes. No. El inconformismo, la frustración y desazón que se sienten son un asunto general: cualquier hincha de Nacional que se precie de sentir algo por la institución, se encuentra en este estado.
Usted habla con el señor de la tienda, con el pensionado, con la señora de los tintos, con el mensajero, el cirujano, el alto ejecutivo, y no conocerá a alguien que hable con convicción y agrado de la dirección ejecutiva del equipo o que se sienta identificado con el momento que atraviesa el equipo. A hoy, no encontrará usted muchas personas que puedan gritar a los cuatro vientos que el equipo más grande de este país lo tiene perdidamente enamorado.
El ambiente que se vive desde hace un tiempo entre la hinchada y el club es tenso, nocivo y pesado. Lo vemos nosotros como hinchas, lo ven y disfrutan nuestros rivales, lo ve la prensa local y del país; lo ven los ídolos, lo ven los exjugadores. Todos manifiestan la misma inquietud: ¿Qué diablos pasa en Nacional como institución y cómo llegó a divorciarse de forma tan abrupta y poco amigable de su hinchada? Lamentablemente, pareciera que los únicos que no dimensionan la profundidad y el impacto de lo que pasa son ustedes, los dueños y directivos.
Por encima de todo lo grave que ha pasado y que nos ha traído a este punto: la soberbia en los voceros del club, sus gestos y acciones, por encima de los actos gravísimos de racismo, de alejar y maltratar al hincha viajero, de la falta de asertividad y del irrespeto a los ídolos, de tener al hincha como una pieza útil solo para comprar abonos y no para cultivar su amor y pasión, del acabar de un tajo la mesa de trabajo que había con líderes de la hinchada, de la falta de humanidad y humildad que se destila desde las directivas, del silencio total de los dueños y del hastío que se siente frente a la marca. Por encima de todo eso, acá estamos los hinchas pidiendo diálogo y tocando, de nuevo, las puertas para sentarnos a construir.
Hoy queremos escucharlos y pedimos ser escuchados. También hacemos un mea culpa como hinchas: hemos sido reactivos. Sabemos que ha habido irrespeto, ha habido dolor, ha habido impotencia… Todo lo anterior lo repudiamos y no queremos que se repita. Como hinchada nos declaramos comprometidos en contra de la violencia.
Entendiendo los errores de parte y parte, los invitamos a no seguir estigmatizando a esta hinchada; nosotros haremos lo mismo e intentaremos no encasillarlos con adjetivos que a lo mejor no van con lo que ustedes son.
Acá hay una hinchada pensante que argumenta, que analiza y que quiere aportar para que esto no siga como va. Porque ya que estamos siendo honestos: no vamos bien, por más que en los discursos de los voceros del club minimicen la situación y quieran hacer parecer que sí.
Don Antonio: los hinchas de Nacional lo respetamos mucho y lo vemos como uno de los responsables de la gloria y grandeza de nuestro equipo. Por favor: escúchenos, compréndanos, conózcanos.
No podemos seguir así. Nos duele esta situación. Nos sentimos defraudados y desilusionados. Queremos volver a sentir que el club nos quiere y nos enamora. No estamos pidiendo que nos sentemos a dialogar para recriminarnos cosas, aumentar las acusaciones o imponer. ¡Para eso es mejor no sentarnos!
Entendemos que lo que la situación pide no es recriminar, buscar culpables o pedir enmiendas; lo que pedimos es sentarnos a hablar, escucharnos, argumentar, llegar a consensos que vuelvan a construir los puentes entre hinchada y directivas que tenían al equipo en uno de sus mejores momentos históricos con el objetivo final de retomar entre todos la senda de la grandeza.
El diálogo tiene que ser el camino. ¡Todos por Nacional!
Atentamente:
La hinchada más grande de este país.
Colectivo de hinchas Todos por Nacional