Por: Juan Felipe Velásquez
Vamos a ver, sin venirnos arriba, en esta nota no pretendo sacar el carro de bomberos para celebrar un triunfo en copa Colombia entre el América de Cali, no. Quizás sea el hecho de qué nos acostumbramos a un fútbol tan mediocre durante la etapa Autuori que ver ahora al equipo responder de otra manera en la cancha genera cierta satisfacción y alegría que no había sentido como hincha de Nacional durante más de un año.
Si algo me ha caracterizado durante estos tres años que llevo escribiendo para Nacional Es Pasión como medio digital, es el espíritu crítico y el constante rechazo al fútbol mal jugado, especialmente, cuando quien lo juega de esa manera es Atlético Nacional. Si en esta nota sugiero que Nacional está evolucionando y muestra otra cara en lo que va a de este segundo semestre es porque, sin generarme emoción excesiva, puedo reconocer que la propuesta en el campo es otra; más ofensiva, más fundamentada en el balón, menos replegado en campo propio y tratando de añadirle más factores a la ecuación que únicamente la competitividad y el atletismo.
Ahora bien, tratando de ignorar todas las diferencias que tiene Nacional con su hinchada, yendo exclusivamente al fútbol, podemos decir que Nacional ahora si intentó presionar más arriba, intentó mantener el balón mucho más tiempo, intentó llegar con más hombres al área, pero, sobre todo, intentó defender más lejos de su arco. Esa propuesta se parece mucho más a la que yo, personalmente, disfruto, y, por supuesto, también el hincha de verde.
Eso sí, no hay que eludir los hechos que componen el contexto del partido de anoche y es que América de Cali apenas tiene un mes de proceso con su nuevo director técnico, Lucas González. No voy a descubrir yo al profesor Gonzalez como un brillante hombre de fútbol con un potencial increíble en esta nueva camada de directores técnicos colombianos, pero así como Nacional mostró lo que ayer puede ser un mero espejismo, América también fue blandito por culpa del corto trabajo en esta nueva etapa.
Así que, puesto cada hecho en su lugar, no está mal concluir que Nacional fue muy superior a América de Cali gracias a la energía renovada que brinda el cambio de director técnico, sumado al cortísimo proceso que vive el rival actualmente. Esto no pretende desmerecer la victoria del equipo paisa, pero también he aprendido a ser cauteloso y paciente porque muchos de los últimos técnicos que han dirigido a Nacional han empezado de la misma manera y terminan aburriendo al hincha con mal fútbol y un juego de amarrete.
Sólo queda esperar que el tiempo dictamine cuál es el verdadero potencial de este nuevo proceso en Atlético Nacional y si, mas allá de la corta nómina con la que cuenta el verde, podremos ilusionarnos o no como hinchas y esperar que el equipo sea aquel que alguna vez nos enamoró a todos. Si, ese equipo que hoy cumple su séptimo aniversario de consagrarse campeón de América por segunda vez en su historia.