Partido de pico y pala en el Atanasio. Siempre quedó faltando un insolente, que con fútbol distinto, rompiera la monotonía de la vespertina. Mucho público ( 24283 personas, recaudación $ 493.’ 353.000, oo) y poco fútbol. Nacional hizo más por la victoria, pero no tuvo filtraciones, para el pase-gol. En la cancha estuvieron sus mejores creativos : Edwin, Shérman y Guerra, quienes se dedicaron más a transportar la pelota que a jugarla y todo terminó en la rutina de lo previsible. Los arqueros trabajaron menos que de costumbre, por la falta de argumentos de remate en Nacional y porque Caldas en muchos pasajes, cedía pelota y terreno, para jugar en la contra. Era algo así, como esperar a que el vecino se fuera de compras, para entrar y saquearle la casa.
Rescatamos los 20 minutos del comienzo, cuando los locales salieron con intensidad y transiciones rápidas hacia Cuadrado. Hubo aproximaciones en la media distancia de Edwin y Páez y algunas apariciones fantasmales de Calle, quien se asomaba al área como falso nueve. Se insinuaron sociedades entre Edwin y Sherman, pero por las bandas no apareció un solo tren de alta velocidad y entonces la ofensiva de Nacional, se derretía en el embudo defensivo del Caldas. ( Cuando no se juega a lo ancho, resulta difícil llegar a lo largo). Del minuto 20 al 45, el partido fue un somnífero.
Los equipos tenían repliegues rápidos, para defender sus arcos y obligaban al rival a posesiones de la pelota, demasiado largas y planas. (Cuando no hay engaño y sorpresa, la jugada de gol no aparece). Atacaban los de casa con mucha lentitud y los visitantes, jugaban bien en la distribución, pero eran inoperantes en el rompimiento. La única situación de riesgo en el arco de Cristian Vargas, fue en una devolución que le hizo Bocanegra ; su compañero no supo manejar el balón con el pié y por eso se tuvo que jugarse la vida en un mano a mano con Culma (m.46). De resto : las buenas intenciones de Ángel, Guerra y Arias, se quedaron en eso : en intenciones.
En el segundo tiempo los verdolagas buscaron inclinar la cancha, hacia el lado de Cuadrado. Sin embargo hubo pocas aproximaciones (Edwin en la media distancia y Murillo en un rebote ofensivo). Nacional no llegaba y Caldas no se atrevía, prefiriendo la falta reiterativa contra los enemigos, que la iniciativa con balón en la zona del frente. En 45 minutos sólo exigió una vez a Vargas, con el volante Osorio.
La interpretación del 0-0 de éste domingo, es que no hubo nada para celebrar con fuegos artificiales.
Escrito por : Wbeimar Muñoz Ceballos.