Por: Juan Felipe Velásquez.
10 puntos de 30 posibles es el oscuro resumen de Atlético Nacional durante este año. Sin fútbol, sin gol y con un nuevo DT a mitad de campeonato, Nacional necesitará sumar 18 puntos de 27 posibles para poder clasificarse a los cuadrangulares finales.
Honestamente, veo una proeza improbable, poco posible. El equipo no tiene argumentos para lograr el 67% de rendimiento necesario para clasificar. Ahora bien, me resulta irrisorio el hecho de que el equipo más grande de Colombia esté a puerta de la eliminación prematura y los precursores de este proyecto fallido no hayan pagado aún los platos rotos.
Para un equipo como Nacional, clasificar a los cuadrangulares finales es obligatorio y debería darse de manera orgánica y natural. Es que, para que hablemos claro, a Nacional se le debe juzgar su temporada a partir de estos enfrentamientos finales, pues aunque resulte meritorio la clasificación, es un ítem que debe darse por descontado en cada campeonato.
Muy pocas veces el verde se ha quedado por fuera de la fiesta final y cada vez que sucedió fuimos enfáticos en catalogar el suceso como ridículo mayor. Esta vez, si llegare a suceder, no será la excepción.
Basta de hipotecar la grandeza y jerarquía de la institución. Hora de tomar correctivos. Pero que sea correctivos severos, que replanteen la base de este proyecto y que vuelquen el rumbo del equipo hacia un horizonte más amable y acorde a la importancia de rey del copas.
Y es que todos los caminos apuntan a Roma, pues para nadie es un secreto que la nómina actual es débil, está mal confeccionada y no cumple con los estándares mínimos para pelear una estrella. Atlético Nacional se llenó de inseguridades y de mal fútbol. La epidemia interna que mucho avistamos hace meses ahora se acrecienta y tiene tan enfermo al equipo que ni siquiera es capaz de estar entre los 8 primeros en un campeonato mediocre como el nuestro.
¿Nacional mejoró con Repetto? Pues si, tenue e insuficiente, pero mejoró. Ahora bien, honestamente creo que los jugadores han tocado el techo de sus posibilidades y aunque la presión emocional se descomprima con un par de victorias en las próximas fechas, estoy convencido que no tienen mucho más para entregar en cuanto a lo futbolístico.
Atlético Nacional tiene una mezcla de joyas futuras con mucho futuro y jugadores de presente cuestionable. Es un equipo desbalanceado porque a los cracks jóvenes no se les está rodeando con experimentados consolidados. No todo es tan malo, porque es cierto que la base tiene mucho potencial, pero esa base tiene que completarse de manera correcta con elementos que aporten buen fútbol y solidez y eso, lastimosamente, no está sucediendo y estamos bastante lejos de que se de.