FOTOS: ATLÉTICO NACIONAL OFICIAL.
El análisis de Juan Felipe Velásquez . . .
Atlético Nacional dejó sensaciones mixtas en su empate 2-2 ante América de México en el amistoso disputado en Orlando. El partido, que marcó el debut de Efraín Juárez como director técnico del cuadro verdolaga, puso sobre la mesa tanto las fortalezas como las debilidades de un equipo que está en plena transición bajo un nuevo cuerpo técnico.
La principal conclusión que deja este encuentro es que Juárez ha traído consigo una clara idea ofensiva, algo que Nacional venía necesitando. Desde el primer minuto, el equipo se mostró decidido a presionar arriba, con varios jugadores pisando el área rival. El estilo propositivo y de alta presión es una bocanada de aire fresco en un equipo que, bajo la dirección de Pablo Reppeto, a menudo lucía más conservador y reactivo.
Uno de los puntos más positivos fue el regreso de David Ospina bajo los tres palos. Su liderazgo y calidad siempre han sido vitales para el equipo, y tras su lesión, volvió con seguridad y confianza. Pero si bien la presencia de Ospina en el arco es un alivio, el verdadero punto de atención estuvo en el mediocampo. Juárez optó por un doble creativo, con Edwin Cardona y Juan Pablo ‘Tatay’ Torres como volantes de enlace, una fórmula que promete darle a Nacional más fluidez y creatividad en ataque.Esta apuesta por los dos ‘enganches’ demostró ser acertada, ya que el equipo fue capaz de generar peligro constantemente, especialmente en los pies de Cardona, el verdadero “mago” de este conjunto. Cardona, cuando está inspirado, es capaz de transformar cualquier partido, y frente a América de México lo demostró con su capacidad para filtrar pases y su visión de juego.
Por otro lado, la inclusión de Tatay Torres en el once inicial fue una de las decisiones más audaces de Juárez. Después de haber sido relegado bajo el mando de Reppeto, el joven volvió a mostrar por qué tiene tanto potencial. Su combinación con Cardona promete ser un arma letal si logra consolidarse en los próximos partidos.Otro aspecto clave fue el rendimiento de Juan Manuel Zapata, quien se mostró más comprometido ofensivamente. Zapata fue influyente en ambas áreas, y su capacidad para romper líneas y llegar al área rival aportó una dimensión adicional al juego de Nacional. Sin embargo, si bien la vocación ofensiva del equipo fue evidente, no se puede pasar por alto el hecho de que los laterales, al adelantarse tanto, expusieron demasiado a la defensa. Este aspecto requiere ajustes, ya que, aunque Nacional logró marcar dos goles, también fue incapaz de mantener la ventaja en momentos cruciales del partido.
Alfredo Morelos, otro jugador clave en este nuevo ciclo, dejó claro que, con el tiempo, se convertirá en el goleador del equipo. Su capacidad para definir y estar en el lugar adecuado en el momento preciso es innegable. Si el equipo sigue generando opciones para él, no hay duda de que será fundamental en la fase ofensiva del equipo.Sin embargo, no todo fue positivo. Los dos goles encajados, uno producto de un autogol desafortunado y otro por un penalti evitable, evidencian que, a pesar de la propuesta ofensiva, el equipo sigue mostrando desajustes defensivos. Andrés Román cometió un error al conceder el penalti, y Simón García, aunque tuvo un autogol desafortunado, sigue demostrando inexperiencia en momentos críticos. Esto es algo que Juárez tendrá que corregir de cara a los próximos compromisos.
En conclusión, este empate ante América de México deja muchas cosas por mejorar, pero también muestra que Atlético Nacional está encaminado hacia un cambio positivo. La propuesta ofensiva es clara, el talento está ahí, y con ajustes en la defensa y más tiempo para que los jugadores se adapten a las ideas de Juárez, Nacional puede ser un equipo peligroso en lo que resta de la temporada.La gran incógnita será si este nuevo enfoque ofensivo es suficiente para consolidar al equipo en la Liga BetPlay y en sus compromisos internacionales.
¡Hasta la próxima, verdolagas!