FOTOS: María Camila Ortega T. [@camiortega.t en Instagram}
El análisis de Juan Felipe Velásquez.
El Atlético Nacional de Efraín Juárez está tomando forma, y la victoria 2-1 sobre Alianza FC en los octavos de final de la Copa BetPlay 2024 es el reflejo de un proyecto con bases claras: vocación ofensiva, intensidad tras la pérdida y una agresividad que hacía falta en el conjunto Verdolaga. Con la serie a su favor 3-2 en el global, el equipo avanzó a los cuartos de final, pero más allá del resultado, lo que destaca es el carácter que comienza a imprimir el técnico mexicano en cada uno de sus dirigidos. Nacional no solo ganó, sino que lo hizo con un estilo que promete ser el sello de esta nueva etapa.
El DT Efraín Juárez fue congruente con lo que prometió desde su presentación: un equipo con hambre, que no espera en su área, sino que busca el gol y recupera el balón con rapidez. Esa identidad ofensiva quedó patente ante Alianza, y aunque el equipo tuvo dificultades para generar peligro de forma continua, la perseverancia fue clave para alcanzar la victoria. Los goles de Andrés Felipe Román y William Tesillo fueron la recompensa a un equipo que nunca dejó de buscar. Especial mención para Tesillo, un líder silencioso que, con su experiencia y temple, se hizo dueño del partido. Su gol de cabeza, el que selló la clasificación, fue más que un tanto: fue la prueba de que, en los momentos decisivos, los grandes jugadores dan un paso al frente. Hoy, Tesillo demostró ser el jugador del semestre para Nacional.
Pero no solo de figuras consagradas vive este Nacional. En medio de la incertidumbre por los actos de indisciplina que dejaron fuera a varios titulares, una nueva cara apareció en el Atanasio Girardot: Elkin Rivero. El joven de 18 años, debutante con un corte de cabello que los hinchas ya identifican como el de los novatos, tuvo sus primeros minutos como profesional. Rivero, oriundo de Montería, llegó a Nacional hace tres años, y su esfuerzo en el equipo sub-20 le valió la confianza de Juárez, quien lo llamó a escena en un momento donde las ausencias obligaron a mirar al banquillo.
El mediocentro de perfil derecho, con su técnica depurada y su capacidad para recuperar balones, es un recordatorio de que en Nacional siempre hay espacio para las promesas que trabajan duro. Su debut no fue solo el inicio de una nueva etapa para él, sino una señal de que el club está listo para rejuvenecerse.
Sebastián Guzmán, mediocampista diestro nacido en Ibagué, tuvo un destacado debut con Atlético Nacional anoche frente a Alianza FC. Guzmán, quien inició su carrera en Once Caldas en 2018 bajo la dirección técnica de Hubert Bodhert, mostró que puede ser esa pieza clave en la primera línea del equipo, conectando eficientemente la defensa con los volantes ofensivos. Su capacidad para cumplir con este rol, combinando sacrificio, visión y un excelente posicionamiento, dejó claro que tiene mucho que ofrecer al esquema de Efraín Juárez.
En su presentación, Guzmán evidenció el tipo de jugador que Atlético Nacional necesita: alguien que además de cumplir funciones defensivas, se proyecta con buen pie y actitud para presionar alto. Su sacrificio y ganas fueron el complemento perfecto para un debut que dejó a los aficionados esperanzados de lo que puede ser su aporte al equipo en los partidos venideros.
El partido ante Alianza también dejó lecciones importantes sobre el estado del fútbol colombiano. La polémica por el penal sancionado a favor de Alianza, sin la intervención del VAR, una vez más expuso las fallas del arbitraje en el país. Las quejas, aunque ya comunes, no deben normalizarse. La falta de tecnología para corregir errores arbitrales sigue siendo un lastre para el desarrollo del torneo, y partidos como este demuestran que es necesario un cambio estructural.
Mientras tanto, Atlético Nacional sigue avanzando en su lucha por la Copa BetPlay, y lo hace con la confianza de saber que cuenta con un líder en el banquillo y figuras en el campo que responden a la altura de las circunstancias. Juárez tiene aún mucho trabajo por delante, pero su proyecto ya empieza a dar señales de lo que puede ser. Si bien el camino es largo, Nacional está en buenas manos, y con jugadores como Tesillo liderando y jóvenes como Rivero aportando, el futuro pinta verde y lleno de promesas.
La hinchada, exigente como siempre, puede estar tranquila. Nacional tiene equipo, tiene futuro y, lo más importante, tiene carácter.
¡Hasta la próxima, verdolagas!