Seguro que el sueño de muchos desde niño, es compartir con sus ídolos, pero no todos tienen la suerte de realizar su sueño desde temprana edad.
Kristian Pineda nunca olvidará lo sucedido en la última semana, de padre colombiano y madre chilena, Kristian nació en Canadá, donde vive actualmente, su padre, un furibundo hincha verdolaga que partió al norte hace algunos años a buscar fortuna, le heredó el amor por el verde, equipo que lleva en el corazón y que dice que es tal vez el lazo más fuerte que conserva de Colombia.
El sueño del padre era ver una final de Atlético Nacional junto a su hijo, el sueño del niño era conocer a todos aquellos por quien su padre gritaba de alegría, cada que veía frente al televisor a los jugadores del conjunto verde, conocer a aquellos que eran capaces de arrancarle lágrimas de felicidad a su progenitor y poder gritar junto a él un gol del campeón de Colombia.
Viajaron desde Canadá a ver la final ante River, no paró de pitar orgulloso con su trompeta verdolaga, tratando de acompañar en sus canticos, a la barra que no paraba de alentar, al final acompañó en su tristeza a su padre, que impotente veía como el partido finalizaba empatado y el verde no había podido darle la victoria de bienvenida al Atanasio, a su hijo que se estrenaba como hincha oficial de Atlético Nacional.
La suerte quiso que el día de su regreso a Canadá, Kristian conociera a su ídolo, el vuelo de Nacional a Argentina se retrasó y Kristian y su padre coincidieron en la sala de espera con el equipo de sus amores, corrió a abrazar a Franco Armani, el arquero verdolaga por el cual siente devoción, intercambio algunas frases en inglés con el profe Osorio y se tomó las fotos que su padre nunca pudo.
Ahora Kristian tiene un sueño, al igual que todos los verdolagas, ver coronarse campeón a Nacional, para compartir con su padre, las lagrimas de alegría que le ha visto correr por su rostro en los últimos años, sólo que esta vez, sabrá porque lloramos de alegría los que amamos a Nacional.
Escrito por: zubeldia1