No levanta vuelo todavía la Selección Colombia, que en otra tarde gris, igualó 0-0 con Perú. Para entrar a cuartos de final, en los que enfrentará el próximo viernes a Argentina, en Viña del Mar, tuvo que venir al rescate Brasil, con una victoria 2-1 sobre Venezuela, que permitió que el combinado nacional, siguiera en liza en la Copa América. La vida es de contrastes : los brasileños, quienes el día que perdieron con los nuestros, terminaron con agresiones físicas comandados por el gamín Neymar…en ésta ocasión llegaron al rescate. Nuestro agradecimiento, a la familia de Dunga.
Ayer el combinado de Péckerman, jugó a prender y apagar, con sólo dos segmentos rescatables : en los primeros 10’ con remates filosos de Falcao y Armero. Después , en los últimos 20 minutos, apariciones no culminadas en el área de : James, Jackson e Ibarbo. Muy poco y nada más. Perú solo asustó en los 5’ iníciales del segundo período, con dos disparos de Joel Sánchez y también, pare de contar.
En el primer tiempo, con la asociación como primera idea y algunas triangulaciones y descargas, sobre todo en la derecha donde combinaron Cuadrado y Arias y en la izquierda con las subidas de Armero, nuestra selección ilusionó, porque mostró un juego posicional que quebró la primera línea de presión de los incas y atacó con el mazo en la mano. Las intenciones peruanas, por su parte, fueron estériles y murieron al borde del área de Ospina.
Se cerró el primer acto, con el mismo problema de los partidos anteriores ; la selección apagó su fuego, por falta de movilidad, para sacudirse de la presión intermedia enemiga. Ya no hubo desborde por los flancos y el juego interior disminuyó y se pasó de más a menos, al perderse fluidez en la circulación del balón. James se desentendió de atacar, con rapidez, la pelota y el espacio y Cuadrado quedó lejos de él, al bajar de lateral derecho. Arias quedó sin perfil, como marcador en el lado izquierdo, lo que obligó al ingreso de Ibarbo, para hacer defensa de ayudas, desde el medio campo.
Al DT de Colombia, se le acabó la paciencia con Falcao, falto de esa combinación tan necesaria en el fútbol, entre tiempo y espacio. Cuando lo reemplazó Jackson a 25’ de final, volvió la mejoría atacante, se ganó en dinámica y juego combinativo, (entraron Teo e Ibarbo al circuito) pero quedó faltando la última filtración, para derribar a la zaga peruana.
Esa alegría que fue característica en el Mundial, está ausente por ahora. Contra Argentina, tendremos que correr a otra velocidad y pensar más rápido y mejor.
No les parece ???
Escrito por: Wbeimar Muñoz Ceballos