Que levante la mano quien no insultó a Alexis Henríquez, por una mala salida, una pifia o una indecisión en las 16 con 50. Yo no fui precisamente su abogado. Es más, critiqué al número 12 en aquella Copa Libertadores del 2012 cuando compartía la zaga defensiva con el ‘paquete’ de Tula. El samario en ese entonces, dormía con el enemigo. Tampoco se ayudaba mucho.
Tres técnicos muy respetados le han dado su apoyo. El ‘Sachi’, Juan Carlos Osorio y ahora, el profesor Reinaldo Rueda. Ya pasaron cuatro años desde que llegó, y no se va. Contra General Díaz, equipo paraguayo que nos complicó la existencia en la Sudamericana del 2014 fue criticado por un 90 por ciento de la hinchada. Pedían su cabeza quienes en esa posición han visto a defensores como Andrés Escobar, Iván Ramiro Córdoba, ‘el alemán’ Moncada, ‘El Tata’ Brown o el ‘Coroncoro’ Perea, entre otros. El gol en los últimos minutos de Tréllez en la ciudad de Luque, no sólo clasificó al conjunto de Osorio a una nueva fase, también le dio otra chance al defensa zurdo. Esta vez no la desaprovechó.
Ahora, yo a Henríquez lo respeto. No sé si a ustedes les pase pero este es el tipo de jugador que yo quisiera tener en mi nómina. Tiene presencia, su liderazgo no se cuestiona, los compañeros le creen y pasarlo es prácticamente un desafío importante. Lógico, ahora tiene a Murillo que lo releva y lo secunda como nadie.
Sin ánimo de polemizar, no conozco otro defensa en el rentado nacional que tenga tan buena salida como Henríquez. Sus cambios de frente y su inteligencia al meter un balón a profundidad, dejan de lado a su ya conocida lentitud. Es un defensa completo a pesar de sus 32 años.
Digo que llegó el momento de aplaudirlo por una sencilla razón: No hemos ganado nada. Sí, es el argumento más importante ya que sería mucho más sencillo esperar un título para dedicarle unas frases al jugador de 1,93 metros de estatura. Pero hoy, sólo tenemos una racha importante y una defensa consolidada con un capitán que da miedo y que invita a soñar. Atrás quedaron las malas rachas y los cuestionamientos.
Aprovechemos que en este momento está finito y démosle un aplauso al líder. Sí, a ese que heredó sangre de Pescaito, su ciudad de origen, que alguna vez jugó como volante de creación y que ahora, le da tranquilidad a la mitad mas uno del país.
Algo debe tener un tipo que consiguió tres ligas y una Libertadores con el Once Caldas y que desde su llegada a Nacional, ya tiene seis medallas en su cajón. Sí, tres títulos, una Superliga y dos Copa Colombia. Algo debe tener.
Escrito por: Camilo Hurtado twitter: @cahurtadokyk