Una jornada que no olvidarán los 44591 espectadores que asistieron al Atanasio Girardot, por más que pasen los años.
Los jóvenes de hoy le contarán a sus nietos del mañana, que en la noche del 19 de mayo de 2016, once artistas convertidos en guerreros, hicieron el milagro de remontar una serie, en la que estuvieron dos veces por debajo en el marcador y que vencieron con la última bala del tambor en tiempo de reposición a los 95 minutos.
Comenzó ganando el conjunto ‘’canalla’’ con una pena máxima en el minuto 9, cobrada por RÚBEN, a mano de Copete. El jugador Salazar tenía agarrado de la camiseta al infractor, pero el árbitro parece que no lo vió y sancionó la segunda acción. Ya se había perdido en Rosario ( 0-1) y con el 0-1 del Atanasio, el verde tenía que hacer 3 goles para clasificar a semifinales… e hizo el milagro, porque tuvo la fe del carbonero.
Reinaldo Rueda movió fichas muy temprano. A los 34’sacrificó a Sebastián y entró Berrío, cambiando la distribución 4-2-3-1 por un 4-1-4-1 ( Guerra se retrasaba a veces un poco, para ayudar a Mejía). El equipo apeló al manual del potrero, con varios ‘’perreadores’’ : Berrío, Guerra, Macnelli, Marlos e Ibargüen quien entró a la cancha comenzando el segundo tiempo. El local buscó profundidad por las bandas con laterales y extremos, se hizo dueño de la pelota y peleó cada centímetro del terreno, como si fuera el último partido de la historia.
El 1-1 llegó a los 47’ del primer acto, con un centro de Berrío (la figura de la cancha) y remate de MACNELLI. Se hizo vencedor parcial a los 5’de la segunda fase, con un pase de Mejía, falla de Donati, ganancia del balón por Marlos y remate de Guerra ( 2/1). Cerró la cuenta a los 5 minutos de la última reposición de tiempo, con un centro de Ibargüen. La bajó de cabeza Henríquez, quien le hizo señas a Rueda mucho antes, para que lo dejara ir al ataque y el técnico le negó el permiso. Fructífera desobediencia del zaguero central que permitió el remate de BERRÍO para el 3/1 que sitúa a Nacional, en semifinales de la Copa Libertadores de América. ( Partidos contra Sao Paulo : 6 y 13 de julio).
Los minutos que perdió Rosario haciendo faltas y quitándole ritmo al adversario, le hicieron falta después. Una victoria del fútbol de construcción de juego, sobre la especulación. Nacional golpeó en los momentos justos y como por obra de la Providencia, cambió la angustia de sus seguidores en un éxtasis incomparable.
El primer tiempo del verde fue de aproximaciones, quedando pendiente la tarea del remate final. El segundo de posesión continua de la pelota (73% por 27% del enemigo), de presión intensa e irrenunciable, no obstante que los argentinos le cerraban todas las avenidas, haciendo que una y otra vez, el oleaje atacante muriera en las orillas del área. Se buscó la victoria por aire, mar y tierra y por todas las líneas y pasillos, en un extraordinario ejercicio de entrega y esfuerzos denodados, que se hicieron merecedores de una gran ovación.
Al final hubo incidentes que representaron las expulsiones de Berrío, Burgos y Lo Celso. Y Sebastián Pérez quien imprudentemente entró a la cancha a participar del incendio, lanzando una patada voladora, puede tener la seguridad de una fuerte sanción de la Confederación Suramericana, porque su innoble acción quedó filmada.
Ataques masivos, maduración de las jugadas a punta de toque y circulación, la técnica por encima de la fuerza y mayores iniciativa y ambición, lograron una celebración con matices de hazaña.
Un 19 de mayo para guardar en el cofrecito de los recuerdos.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos