Un gol por bando : JONATHAN ÁLVAREZ a los 6’y ANDRÉS IBARGUEN a los 22’. Dos aproximaciones de Ibarbo (una en cada tiempo) y dos de Páez ( una de ellas penalti no sancionado de Davinson al goleador local). De resto poco juego y mucho corazón. Faltaron movilidad y desmarcaciones, para cambiar el paisaje sombrío de la noche en el Alberto Grisales.
Comenzaron mejor Las Águilas con buena presión en el medio y arriba, lo que obligó a Nacional a una entrega vertical al no poder salir con pelota limpia desde el fondo. Reaccionó el verde con algo de profundidad en el trabajo de Berrío e Ibarguen en los costados, aprovechando que los laterales Rodríguez y Viáfara, iban a la ofensiva, pero regresaban tarde.
El primer tiempo se cerró con un bajón del local, que se quedó sin trenzas con el balón y poco a poco apagó la mecha . El visitante sin juego interno porque no hubo noticias de Nieto, Macnelly ni Ibarbo y se limitó a las intenciones de sus volantes externos de cabalgar por los flancos.
En el segundo tiempo desaparecieron Berrío ( se hizo expulsar tontamente en el minuto final) e Ibarguen en su labor de amplitud , mientras siguieron sin brújula Nieto, Ibarbo y Macnelly (reemplazado éste último en los 17’ finales por un Sherman que tampoco tocó la pelota). No hubo contención sólida, ni salida clara en la zona intermedia.
Intentó un poco más Águilas, pero sin imaginación y con la pelota encasquillada. Escaseó la buena circulación del balón a lado y lado de la cancha. Las llegadas de peligro se pudieron medir en un dedo de la mano, sobrando el resto. La emoción se quedó afuera del estadio, en algún trancón imprevisto.
Una noche de fútbol triste. Demasiado triste y sin aplausos.
No les parece ???
Escrito por:Wbeimar Muñoz Ceballos.