FOTOS: CORTESÍA DIMAYOR.
Por: Juan Felipe Velásquez [@pipevelasquez09].
En una de las semanas más trascendentales en la historia del club, Atlético Nacional cierra la jornada con una victoria ante Deportivo Cali. Desmanes en El Campin, refuerzos que por ahora, no llegarán y un partido más en El Atanasio; semana agitada en la casa verdolaga que, para satisfacción y desahogo de todos, termina con una contundente victoria ante un equipo que juega bien y que es candidato al título.
Nacional mostró rabia, tan simbólica como deportivamente hablando. El partido deja la imagen de un equipo que con el pitazo inicial se sienta en señal de protesta. Injusta situación transita Nacional, pero aunque la ley sea dura, es la ley. El tiempo para acuerdos de pago finalizó y la hinchada se quedará con las ganas de ver a Yeison Guzmán y a Dorlan Pabón. Ahora Nacional enfrentará la liga con los mismos jugadores del semestre pasado, pero esos mismos protagonistas ayer dejaron ver qué llevan sangre en el ojo y que en su mente solo está ganar.
El partido no fue nada fácil, el profesor Arias retó al profesor Restrepo y se vio un partido lleno de intenciones ofensivas y posesión en zona 2. Nacional sigue apostando a la movilidad de sus volantes y por momentos ejerce presión alta con eficiencia, pero aún sin ser muy efectivo. Goles de Álvez y Marulanda para sentenciar una victoria tan difícil como necesaria. El equipo entero mostró rebeldía y dejó claro que un gigante herido puede ser peligroso para todos.
Queda mucho trayecto, pero a la interna del camerino se percibe un ambiente distinto. Evidentemente hay intención de buscar redención y justicia, ánimos de demostrar que no somos menos que nadie y que, pese a las injusticias, Nacional puede con todo y con todos.
Los retos seguirán llegando y se acercan un par de equipos que, en el papel, parecen ser fácil de superar, pero estos escollos suelen complicar al verde que se antoja de revivir equipos del final de la tabla cada tanto. Es imperativo lograr victorias para mantener el aire en la camiseta, pero sobretodo, para no afectar la credibilidad del nuevo proyecto y recuperar una hinchada que se siente ofendida con Nacional, la Dimayor y todos los actores políticos y administrativos del FPC.