Por: Juan Felipe Velásquez.
Quien me lee constantemente sabe que soy amante de la táctica, el análisis del juego, la intención ofensiva, la posesión del balón, la presión alta y el buen fútbol en general, pero en esta etapa de Atlético Nacional a cargo de Hernán Darío Herrera, decidí obviar aquellas falencias futbolísticas (en ofensiva) y dejar la pizarra táctica a un lado. Más bien, disfruto y apoyo al equipo que se ha entregado con honestidad, coraje y virilidad. Este Nacional no será el más vistoso en su juego, pero compite como ningún otro antes.
La plantilla del verde es una familia en todo el sentido de la palabra. Cada balón dividido lo compiten como si la vida dependiese de ello. Esto ha hecho que el fútbol bonito pase a un segundo plano y que toda la hinchada esté ilusionada con este equipo pese a que el ADN no ha sido el invitado principal en las noches de fútbol del equipo. Para serles sinceros, poco importa ya…
El Verde está a 90 minutos de lograr una nueva estrella después de superar a Tolima, conocido verdugo, y limpiar toda aquella mufa que se instaló en la hinchada. Redención, anhelada redención.
El equipo del Arriero tiene corazón y compromiso. Tienen ansias y hambre de título, de campeonar; este Nacional tiene muchísimo amor propio y va por la estrella sin guardarse nada.
Esto también es fútbol. Esto es, justamente, lo que le faltaba a Nacional. En los últimos 4 años vimos momentos de excelencia futbolística, pero nos debían huevo y garra, aunque para ser claros, los jugadores se lo debían a ellos mismos y cumplieron. Nos cumplieron a todos.
Que nunca más se ponga en duda el compromiso de la plantilla. Nacional en estas fases finales ha sido puro corazón y, más allá de todo, al final es lo único que importa. Demostraron que aman la institución, que tiene deseo de ganar y así es como el fútbol nos da lecciones ha todos.
Al carajo el análisis táctico, podremos hacerlo después. Yo aplaudo de pie a este equipo, a este cuerpo técnico y a esta hinchada. Todos en perfecta sincronía para lograr la anhelada estrella 17 en Ibagué. Solo resta un difícil partido más.