Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional se quedó con el clásico. Victoria verde en un partido que puede diseccionarse, para efectos del análisis, en tres momentos:
- La superioridad futbolística del Medellín. Para la hinchada verdolaga se volvió paisaje ver a su equipo superado desde lo estratégico. Un mal que nos atormenta a todos, pues estamos acostumbrados a ver a nuestro equipo se arroyados y no arroyado. En honor a la verdad, Nacional pudo haberse comido 3 goles en contra en los primeros 20 minutos.
- La rebeldía de Gómez-Palacio. Sebastián y Nelson, dos canteranos, dos rebeldes, dos pilares que condujeron al equipo hacia la victoria con mucha entrega y compromiso; con amor a los colores. El Capitan de Nacional es top 3 de mejores jugadores de la liga desde hace ya un año y nos enorgullece a todos lo hinchas. Pocas veces alguien nos resultó tan digno de portar la banda de capitán.
- El miedo de nuestro DT. Miedo confesado en rueda de prensa. Con un poco de humor y camaradería, Pedro Sarmiento admitió que, por momentos, sentía miedo a perder. Nada nuevo, por el contrario, muy evidente. Nacional renunció a seguir atacando los últimos 20 minutos del partido, e innecesariamente, se auto sometió y decidió sufrir el partido.
Con todo estos matices se concretó la victoria de Nacional. Una victoria cimentada en el coraje de sus canteranos que entendieron de jerarquía. Nacional sigue siendo el mismo equipo luchador del último año. El juego bonito aún no aparece, pero los resultados están. Una vez más, insistir en que “jugar bonito” y “ganar” no son conceptos excluyentes sino complementarios.
De nada vale ya insistir en la idea futbolística, defensiva en demasía, del actual DT, pero si es necesario resaltar la actuación individual de estandartes como Mier, Olivera, Gómez, Palacio o Pabón. Es ahí, en el alto nivel de competitividad de los nombrados, donde Nacional encuentra puntos y victorias. Cómo hincha, me enorgullece ver cómo dejan el alma nuestros jugadores. Me llena de júbilo ver a nuestro capitán correr cada partido como si de una final se tratase. Como analista, me preocupa enormemente los repetidos errores de Nacional en cada partido. Queda claro que el Verde es lo que es, tiene lo que tiene, consigue lo que consigue por las individualidades y no por el colectivo.