Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional sigue sin ser la súper máquina de fútbol que todos los hinchas esperan. Su atractivo futbolístico ni siquiera está por encima del promedio. Evidentemente, el equipo sigue siendo meramente práctico, efectivo y simple; pero eso no quiere decir que sea un mal diagnóstico para el equipo paisa, pero es que todos esperamos que Nacional no se conforme con lo mínimo, sino que sea un referente de fútbol bien jugado a nivel nacional y continental.
Ahora bien, el equipo no juega mal como lo hacía el semestre pasado. Sin deslumbrar, hay que decir qué tiene un plan de juego que es evidente en el campo, que es palpable y demostrable. Así ha empezado a sacar resultados importantísimos en lo poco que va de este segundo semestre del actual año.
Pero entonces, estimado lector, usted se preguntará: ¿Por qué Nacional ahora sí convence un poco más? ¿Qué ha cambiado entonces para que las sensaciones sean distintas?
Pues bien, en mi análisis he encontrado tres detalles fundamentales para establecer las principales diferencias de rendimiento y, sobre todo, de percepción con respecto al fútbol que muestra el equipo del capó:
1. PRESIÓN MÁS ALTA: o quizá sea más acertado decir menos baja. Nacional ahora no se repliega en un bloque bajo como lo hacía con el profesor Autuori, sino que ahora utiliza la zona media del campo para presionar con mucha más ferocidad y compromiso. Prueba de ello es que nuestros arqueros han tenido que atajar un poco menos en comparación al semestre pasado y que John Duque se está convirtiendo en un baluarte importantísimo porque la presión inicia y se fundamenta en su zona. El equipo antes solía replegarse y esperar al rival muy cerca del arquero, pero con Amaral, el verde empezó a subir su bloque de presión para ejercer una presión mucho más asfixiante en la zona de gestación del equipo rival.
2. EL PLAN DE JUEGO: para mí es evidente que este cambio es quizás el más importante de todos. Nacional ya noplantea todos los cotejos con un template genérico. Con Autuori, Nacional jugaba de igual manera ante cualquier rival, por más pequeño o encopetado que fuese. Si era competencia continental o primera ronda de la Copa Colombia, Nacional igual jugaba un fútbol amarrete y a la contra. Las variantes tácticas y estratégicas eran inexistentes. Ahora con el profesor Amaral se nota que Nacional plantea sus encuentros de acuerdo al rival al que va a enfrentar. Hemos visto cómo trata de dominar el balón y hacer secuencias de pases largos para mantener la posesión ante algunos equipos, pero también lo hemos visto ser vertical y jugar al contragolpe ante otros. Esto me parece que es lo que ha marcado más la diferencia en cuanto al primer semestre y el actual.
3.MOTIVACIÓN DESDE EL BANQUILLO: de este tema no hay que decir mucho porque todos fuimos testigos de la manera en que el profesor Autuori encargaba los partidos desde el banquillo del equipo más grande de Colombia. Si bien parece que no fuese un tema de mayor importancia, es cierto que los jugadores se tensionan y compiten con mucha más urgencia cuando tienen un líder que está indicándoles qué hacer y qué no hacer desde la raya durante los 90 minutos. El profesor Amaral ha demostrado que está comprometido y que quiere sacar esa tensión competitiva de sus jugadores dando indicaciones constantemente desde la raya.
De acuerdo, con estos tres detalles que hemos enlistado aquí, podemos concluir que Nacional evidentemente está evolucionando en su juego. Sin ser un equipo espectacular, Nacional, con solo cambiar tres pequeños detalles, ha recuperado parte de la confianza que estaba totalmente perdida entre los hinchas.
