A los 40’del partido, todo parecía indicar que Nacional sería el vencedor. Había controlado el partido en defensa, tenía cinco llegadas ofensivas y dos goles a su favor. Sin embargo después dos disparos de tiro libre de los canarios, borraron la ilusión de los tres puntos.
Hasta la media hora de juego, el local con presión avanzada para evitar la salida de los defensas verdolagas y con cadenas en el sector de Giraldo y Nicolás Palacios, impidieron que las jugadas de los volantes de la visita, tuviesen prolongación en el área. Además con posesiones más duraderas de la pelota, inquietaron en dos acciones de Pérez y Peralta.
Nacional reaccionó entre los minutos 30 y 40 y anotó por intermedio de ARLEY RODRÍGUEZ (después de un saque de banda de Alcatraz y combinaciones de Dájome y Bernal). Posteriormente, un cohete lanzado por Bernal a espaldas de los centrales amarillos, culminó en el segundo tanto de ANDRÉS IBARGÜEN. Un 2-0 prometedor…solo que a los 42’ un disparo de tiro libre de JOHN PÉREZ, sobrepasó la barrera y recortó la distancia al 2-1.
Nacional se encomendó a defender y pescó en la contra, en un segmento en el cual sus volantes estuvieron mucho tiempo apagados y sin pisada de área. Sus equivalentes del frente sin toque , seducción, ni cambios de orientación, se vieron chatos para generar fútbol y finalizar las jugadas. Un primer tiempo de esfuerzos inútiles en la gente dirigida por Wilson Gutiérrez y de eficacia indiscutida en la de Bernardo Redín. Hasta allí merecida la pizarra para el “rey de copas”.
A 10’de comenzar el segundo tiempo, otra bala de tiro libre de Pérez significó la igualdad, gracias a que NICOLÁS PALACIOS peinó el balón y ni la zaga verdolaga ni el arquero Bonilla, tuvieron recursos en esas ejecuciones de pelota detenida.
Nacional quiso soltar a sus laterales Alcatraz y Velasco, para darle aire a los costados, como una manera de desahogo, porque Bucaramanga con el 2-2, pobló el medio campo con una fauna feroz de 5 recuperadores. Los espacios en zona de gestación comenzaron a reducirse . No obstante lo anterior, el verde se aproximó en tres ocasiones con peligro ( Alcatraz, Nieto y Quiñonez), pero no hubo acierto en la última puntada, pese a su obsesión por mejorar a lo largo y ancho de la cancha. Culpable en gran parte fue el arquero Bava con sus guantes milagrosos.
Al cuadro antioqueño le sigue pesando el hueco dejado por Alex Mejía, porque en el sector de Blanco, se acaban los hilos de progresión y queda dependiendo demasiado de Bernal. Y de allí en adelante, jugadores como Nieto, Ibargüen y Dájome, exageran en el rubro de las gambetas. Esta jugada es provechosa, si no hay apoyos de los compañeros en los últimos metros de la cancha…. pero driblar porque sí, es una actitud desgastante y poco recomendable.
Son acciones a mejorar, en los entrenamientos. A lo anterior súmele usted las heridas causadas por las balas perdidas de hoy y se encontrará con una tarde divorciada de los buenos recuerdos.
No les parece ???
Escrito por: Wbeimar Muñoz Ceballos.