Nacional murió de tristeza en Palmaseca, frente a un equipo del Cali con muchos juveniles. Hizo el papel de tortuga, compitiendo contra una liebre. Se dedicó a CAMINAR la cancha y como es lógico suponer, se vió superado por un conjunto que le ganó en velocidad, intensidad y ataque. Quienes caminan en el fútbol de hoy, se hacen previsibles y terminan anticipados en el juego. ARMANI evitó una goleada.
Giraldo y Rivera absorbieron a Macnelli y Aldo, para dejar aislados a Dayro y Rentería. Mosquera y Lucumí nunca llegaron al fondo y en esas circunstancias el arquero Ricardo Jeréz pasó una noche plácida (amén de que no fueron constantes en los regresos).
NACIONAL NO TUVO UN SOLO REMATE AL ARCO en los 94’ minutos de la contienda. Cuando decimos ni un solo remate, comprende tiros entre los tres palos y desviados. NI UNO…ES NI UNO. Una anemia ofensiva que apena.
En el otro lado de la cancha Alex Castro superó la marca de Henríquez, obligado a salir al costado, donde no es fuerte. Por esa zona el Cali comenzó a rasgar a la defensa antioqueña y allí comparecieron también Benedetti y Roa, para ganar los espacios y mostrar un surtido de disparos de todos los colores ( 5 en el primer tiempo y 6 en el segundo). No fue necesario para los vencedores, utilizar la banda izquierda). Dos postazos, cinco vuelos de Armani, tres cruces de los zagueros para ceder tiros de esquina y UN GOL en jugada de NICOLÁS BENEDETTI a los 81’. Tarde, pero merecido.
Hubo algunos pasajes de mucha posesión de Nacional, especialmente en el primer cuarto de hora, pero sin profundidad. Cali presionó para que los visitantes no tuviesen una salida limpia desde el fondo y lo embistió una y otra vez, hasta dar con la cornada definitiva. Y como si faltara poco, Aldo Leao se hizo expulsar a los 49’. De allí en adelante, la impotencia de los verdolagas, ya en inferioridad numérica, se hizo más visible. No pudo cerrar los espacios atrás, ni abrirlos arriba. No alcanzó con el cambio de sistema del 3-2-3-2 al 4-4-1, ni con los ingresos de Nieto, Rodríguez y Ruiz.
Contrastaron la ofensiva exuberante del Cali y la falta de movilidad de Nacional para desmarcarse.
Los jugadores del club antioqueño, salieron de Palmaseca con el alma incendiada.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.