Es verdad, desde la mañana se ven cientos de hinchas por las calles de la capital de país portando orgullosos la camiseta verde y blanca del rey de copas, no son antioqueños, no son bogotanos ni costeños, son colombianos que se sienten identificados por una sola bandera y una sola pasión, la que profesan por el equipo más grande del país, aquel que esperan con ansias para ir al Campin a brindarle su apoyo y agradecer las constantes alegrías que les brinda Atlético Nacional.
Hoy en el estadio bogotano y sus alrededores, se podrán escuchar voces de muy variados acentos y personajes culturalmente diferentes, pero con dos cosas en común, un país y un equipo, este último, tal vez la única razón que los hace fundirse en un abrazo sincero, porque encierra la pasión por el fútbol y el sentimiento por un equipo, el regionalismo estúpido y la diferencia de clases y colores se van al carajo cuando de celebrar con el verde se trata, solo importa que todos son hermanos verdolagas, por eso Nacional es el equipo del País.
¿Y porque lo llaman Clásico? porque en el historial del fútbol colombiano son los equipos más laureados, porque sus hinchadas son las más grandes, porque representan deportivamente la lucha de dos regiones, porque ningún partido de fútbol en Colombia convoca tanta expectativa, no solo de los hinchas de ambos equipos, sino también del resto de seguidores del fútbol colombiano.
Nacional – Millonarios, un encuentro que paraliza un país en torno al juego, un partido entre los dos equipos de más alta alcurnia, un encuentro donde la belleza del espectáculo, no solo se verá en la cancha, también en las tribunas repletas de hinchas de ambas escuadras, el colorido de banderas, sombrillas y trapos harán que el clásico de hoy sea una verdadera fiesta y que como todos queremos, se vivirá en paz.
Amigo hincha, vaya al estadio, celebre, grite, disfrute, pero recuerde que es un clásico del fútbol, por eso vamos a vivirlo y disfrutarlo en paz, nuestros rivales son solo eso, rivales deportivamente.