Hace unos días hice algo que nunca antes había hecho, le manifesté a mi jefe una inconformidad respecto a algo que él había dicho. Su respuesta fue que se le hacía extraño que un hincha de Nacional viniera con ese tipo de cosas. Me sorprendió mucho su respuesta porque sentí que traicionaba el sentimiento ganador que indiscutiblemente me invade.
Pero más allá de esa respuesta, pienso en la percepción que nosotros como hinchas del equipo más ganador generamos. No me choca que los demás me consideren alguien convencido de lo que soy y de lo que puedo llegar a hacer, pero yo no nací así, ese sentimiento ganador y ese convencimiento de ser quien soy lo he aprendido en la mejor escuela que existe y se llama Atlético Nacional.
Muchos pensarán que situaciones como la de Miltón Patiño en la final del 99, la triple atajada de Franco, el eterno y bendito minuto 94 de Berrio o las últimas atajadas de Monetti han sido suerte y probablemente sí, pero la suerte no es fortuita, es producto del trabajo duro y consistente y en eso también hemos tenido la mejor escuela, hemos sido testigos de la construcción no solo de un complejo deportivo gigante, si no de una mentalidad ganadora y arrolladora que no solo nos sigue generando victorias, sino también envidias de aquellos que aún hoy no han sido capaces de lograr tenerla.
Sigamos creyendo en nuestro equipo, en su proyecto y apliquemos la perseverancia y el trabajo duro en nuestras vidas porque solo eso es la garantía de seguir siendo lo que hoy somos y seremos ¡Eternamente ganadores!
Escrito por: ElDeLaSilla