Por: Juan Felipe Velásquez.
Este escrito, más que una editorial, es una carta abierta a los jugadores de Atlético Nacional. A decir verdad, el club y sus aspiraciones deportivas dependen exclusivamente de ustedes, muchachos.
Mientras la institución vive su época más oscura, administrativamente hablando, en la que se ven demandas hasta de su propia hinchada y se alejan cada vez más del espectador, todos somos testigos de lo que ustedes, los jugadores, pueden lograr cuando se comprometen y están convencidos de sus capacidades.
La triste realidad del club es que la dirigencia deportiva tiene como objetivo hacer dinero…
¿Quién puede culparlos? Lo cierto es que Nacional es una empresa privada y debe generar dinero para sus dueños. Al menos esa es la mirada más objetiva posible.
Estimados hinchas, ustedes y yo desearíamos que, más allá del dinero, las aspiraciones de esta dirigencia fueran los logros y la gloria deportiva, pero está demostrado que esa lucha ya está perdida.
La verdad es que Atlético Nacional tiene la cantera más espectacular del país y así lo demuestra fecha tras fecha con la camada más talentosa que jamás ha brotado en este club o en cualquier equipo del fútbol colombiano.
Kevin Mier, Eddier Ocampo, Andrés Salazar, Jhon Solís, Oscar Perea, Tomás Ángel, Samuel Velásquez, Brahían Placios, Jayder Asprilla, Juan Pablo Torres y demás muchachos que aún no descubrimos porque son tantos y tan buenos que no todos han tenido oportunidad de brillar, pero les aseguro que el talento seguirá brotando en cantidades porque he sido testigo de las joyas futboleras que hay actualmente entrenando en Guarne en divisiones menores.
Así como yo, la dirigencia también se dio cuenta de que un proyecto basado en potenciar grandiosos jugadores nacidos en la cantera de Atlético Nacional para luego venderlos en varios millones de dólares es rentable para su propio bolsillo y para la economía del equipo, pero han olvidado que el hincha, más allá de las finanzas, busca copas y títulos.
Por eso les escribo a los jugadores de Atlético Nacional que han demostrado que cuando están motivados y quieren sacar lo mejor de su propio nivel, son capaces de ponerse como líderes en el fútbol colombiano, incluso superando las desgracias estratégicas y tácticas que han planteado los directores técnicos más recientes.
Saquen ustedes, muchachos, este barco adelante. Permítannos soñar que se puede lograr, que se puede tocar de nuevo el cielo con las manos, a pesar de lo mundano y poco ambicioso del proyecto deportivo que plantean desde la junta directiva.