NOS JUGAMOS EL DESTINO
Por: Juan Felipe Velásquez.
Derrota esperada en Palmaseca. Nacional ajustó su segunda derrota al hilo, pero los ahorros generan tranquilidad. Además, aquí lo importante es el partido de vuelta contra Libertad. Es allí donde Nacional se juega su futuro.
Nómina mixta para enfrentar al Cali. Honestamente, pocos partidos recuerdo para destacar de El Verde cuando juega en Palmaseca. Se nos ha dificultado ese estadio, tanto que de 14 partidos allí hemos perdido 9. Establecido el contexto y entendiendo el panorama completo, también es necesario decir que fuimos (de nuevo) un equipo con nulo volumen ofensivo. Cero remates al arco en todo el partido.
La verdad, no me gusta pasar por cansón, pero lo cierto es que el rendimiento sublime desplegado ante Guaraní fue la excepción que confirma el hecho que Nacional no juega bien. A ver, qué si, que es un proceso nuevo y requiere tiempo, es verdad, pero eso no lo hace inmune a la crítica. Se han aplaudido partidos con gran demostración de fútbol como contra Alianza Petrolera, Pereira, América, Chicó y Guaraní, pero más allá de eso, no encuentro más partidos satisfactorios en todo el semestre. Con nómina titular, mixta o suplente, Nacional nos sigue debiendo dos partidos al hilo con fútbol del bueno. No con victorias, porque Nacional ha ganado jugando mal, pero si con un juego agradable.
Del juego de ayer, mencionar que se estaba intentando algo distinto en los primeros 20 minutos, pero por alguna razón se regresó al mismo planteamiento de siempre. Mismos posicionamientos, mismos movimientos, mismas estrategias de ataque. En el primer tercio del partido Nacional ubicó a Marulanda como un lateral interior; el defensor se ubicaba cerca allá mediocentros y liberaba el carril externo para el extremo. Muy buenos movimientos que dieron la sensación de un Nacional superior en coro con Tomás Ángel y Michael Chacón, las únicas individuales sobresalientes de anoche; pero todo se desvaneció pronto y el resto del partido fue más de lo mismo, de lo ya visto ante Águilas, Junior, Millonarios y Tolima: poquísimo volumen de ataque.
El gol del Cali llega de penalti, pero la jugada previa es una desatención en la marca estrecha cuando se está en fase ofensiva. Un error repetido en el segundo gol del Tolima, aunque son los riesgos que un equipo toma cuando juega a ganar. El problema es que esa falla en marca no viene precedida de una secuencia larga de pases en el tercio ofensivo, pero si de un equipo parado en zona 2, largo en sus líneas e intentando un servicios de costado (centros) como una vía de ataque. Es resumen, a Nacional le aplican contragolpes efectivos aunque poco ataque.
Solo queda confiar en que este equipo puede iluminarse y regalarle a esta hinchada una nueva participación en Copa Libertadores, pero más allá de lo emocional, la razón dice que es fundamental la clasificación por temas económicos. Por donde se diseccione, es imperativo el superar a Libertad, jugando bien o mal, pero llegó el momento de demostrar valía.