FOTOS: ATLÉTICO NACIONAL.
El análisis de Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional está en un momento crucial de su temporada, con la mirada fija en las semifinales de la Copa BetPlay y una trayectoria ascendente que ilusiona a la hinchada. La reciente victoria 1-3 sobre Jaguares en Montería reafirmó no solo el buen momento goleador de Alfredo Morelos, sino también la solidez del proyecto bajo la dirección técnica de Efraín Juárez. El delantero cordobés, con un doblete, volvió a ser la gran figura de un equipo que, aunque mostró algunas fisuras defensivas, tiene lo necesario para soñar en grande.
Desde el pitazo inicial, Nacional impuso su dominio ante un Jaguares que no encontró respuestas. La intensidad del equipo en los primeros minutos fue abrumadora, y esa energía se tradujo en goles rápidamente. Morelos, siempre atento, aprovechó una gran jugada colectiva para abrir el marcador a los 20 minutos. Solo cuatro minutos después, el delantero volvió a aparecer para firmar su doblete, un recordatorio del por qué fue una de las grandes apuestas de Nacional esta temporada. Con 7 goles en 15 partidos, Morelos comienza a justificar la confianza depositada en él, y lo mejor de su racha parece estar por venir.
Sin embargo, el fútbol nunca es tan sencillo, y Jaguares logró descontar casi de inmediato con un gol de Kahiser Lenis, que contó con algo de complicidad de David Ospina, quien regresaba a la titularidad tras superar su lesión. El 2-1 trajo incertidumbre al partido, y Nacional perdió algo de claridad en su juego colectivo, cediendo terreno y mostrando que aún hay aspectos por mejorar, especialmente en la solidez defensiva. La fragilidad en la zaga es un tema que preocupa, ya que Nacional acumula ocho partidos consecutivos recibiendo goles, un dato que Juárez deberá corregir si el equipo quiere levantar títulos al final de la temporada.
A pesar de esos momentos de duda, Nacional retomó el control del encuentro y, en los minutos finales, Dairon Asprilla sentenció el partido con un gol que devolvió la tranquilidad al equipo y a los hinchas. Con tres goles en 14 apariciones, Asprilla se está consolidando como una pieza importante en el esquema de Juárez. Nacional regresa a Medellín con una ventaja significativa de cara al partido de vuelta en el Atanasio Girardot, donde podrán contar con el apoyo de su hinchada, un elemento clave tras varias jornadas jugando a puerta cerrada por sanciones en la liga.
Bajo la dirección de Efraín Juárez, Nacional ha demostrado ser uno de los equipos más sólidos del fútbol colombiano. Solo América de Cali, y quizás Santa Fe, podrían estar jugando mejor que el Verde de Antioquia en este momento. El equipo no solo está mejorando con cada partido, sino que lo hace con un estilo moderno y atractivo que entusiasma a los hinchas. Nacional ya es un top 3 en Colombia, y todo indica que seguirá escalando.
En el fútbol, las zonas más determinantes del campo son las áreas, y Nacional ha encontrado en Marquínez a un arquero que puede ser decisivo, mientras que Morelos, por fin, está mostrando su capacidad goleadora. La importancia de tener un delantero en racha no se puede subestimar, y si Morelos sigue en este camino, Nacional tendrá muchas más posibilidades de levantar un trofeo a final de año.
Los números hablan por sí solos. Juárez ha conseguido un porcentaje de victorias muy bueno en pocos partidos, y el equipo cada vez se ve mejor en la cancha. Pero las estadísticas no son suficientes; este proyecto necesita coronar todos los elogios con un título a final de año. Los hinchas lo saben, y el propio Juárez es consciente de que los aplausos solo tendrán sentido si vienen acompañados de una vuelta olímpica.
La ventaja conseguida frente a Jaguares es solo un paso más en ese camino. Nacional debe seguir trabajando, manteniendo la intensidad durante los 90 minutos y corrigiendo los errores defensivos que aún persisten. Con el apoyo de su hinchada, este equipo tiene todo para llegar lejos, y los verdolagas pueden soñar con un final de año que los coloque en la cima del fútbol colombiano.
¡Hasta la próxima, verdolagas!
