La hinchada lo añora más que nunca, su sed de gol y su persistencia en el área rival, son ingredientes ausentes hoy en día en la delantera verdolaga, por eso en cada partido siempre el recuerdo del goleador está presente.
Hace poco más de un año, Jefferson Duque le marcó a Sao Paulo, justo en el estadio Morumbí, Jefferson anotó el empate transitorio después de una gran cabalgata, hoy el goleador debe resignarse a ver a sus compañeros luchar por un cupo a la final y con la ilusión de volver a estar vistiendo la camisa verde, el próximo año estará de nuevo llevando temor a todas las defensas rivales y alegrando a la inmensa fanaticada verdolaga con sus goles.