Marcelo Bielsa sentenció alguna vez : ‘’No concibo un equipo de fútbol que no esté en movimiento permanente’’. El concepto confirma que los equipos que corren pensando (Junior) superan generalmente a los que caminan, pese a los buenos jugadores que tengan (Nacional).
Los verdolagas del primer tiempo soportaron el sufrimiento del Averno, en los primeros 21’ del partido de Barranquilla, cuando se vieron perdedores 0-2 por errores propios y virtudes de los ñeros, dueños de la pelota y el gobierno del campo.
A los 14’ Nacional salió jugando el balón en el medio campo : entre Chará ( nuevo jugador de los Dorados de Méjico) y Bernal, equivocaron pases fáciles y permitieron que Cuélllar interceptara el servicio y entregara a Toloza. Farid hizo un quiebre de línea demasiado rápido y quedó a mitad de camino. El centro de Toloza fue a la cabeza de ROBERTO OBELAR quien anotó el 1-0, aprovechando la mala marca de Murillo, quien lo estaba referenciando. Y para ajustar el calvario 7’ después, una doble falla de Armani y Henríquez, dejando libre la pelota a EDISON TOLOZA, redondeó la desgracia y el 2-0. Armani le dió un pase a Henríquez, quien estaba de espaldas al arco y desentendido de la acción. Uno no podía dar el servicio en esas circunstancias, ni el otro estar pensando en los huevos blancos de los elefantes, en plena final de un campeonato.
Era el peor arranque del año de los hombres de Reinaldo Rueda. Con Macnelli intrascendente, Guerra y Chará sin entrar en acción, Bocanegra pasando trabajos con la dupla Vladimir- Domínguez, los centrales dubitativos y el fútbol embolatado. Un NACIONAL pasivo que no sostenía el balón, al no abrir líneas de pase y un JUNIOR activo por las bandas y por el medio, rápido y preciso en los pases y acosando a Armani, entre Toloza, Celis y Jarlan Barrera. Al otro lado de la frontera Sebastián Viera, bien pudo dedicar minutos a cantar y a coser, porque en los radares no había señales de vida del enemigo. Los locales jugaban en quinta velocidad y los visitantes eran de andar cansino. Por eso Junior tuvo más llegadas, mientras Nacional aportó pocas combinaciones en el juego y mostró muchas pérdidas de balón.
Junior con la ventaja obtenida en los 45’ alternó en el segundo tiempo momentos de espera colectiva y salidas rápidas de contragolpe, especialmente por las orillas de la cancha. Nacional sacó fuerzas de flaquezas y con el ingreso de Sebastián Pérez, el liderazgo de Chará y la asociación de Guerra, levantó un poco el vuelo y en una jugada colectiva ( Chará-Guerra-Chará-Jéfferson) a los 66’, aplicando ‘’la tuya y la mía’’ culminó JIMMY CHARÁ con un latigazo de derecha que situó la pizarra 2-1.
Alexis Mendoza hizo cambios : sacó a Jarlan y Vladimir, sacrificando manejo por velocidad en la llegada y se acercó peligrosamente en jugadas de Toloza, Pérez, Obelar y Jarlan quien antes de salir, estrelló un balón en el palo. Cuando entró a Narváez para echarle candado al partido, ya el descuento se había hecho. Nacional de ser un equipo agarrotado y sin soltura, mejoró en la hilvanación de jugadas y pudo empatar al final con una media distancia de Guerra y un remate de Chará que salvó Viera con la rodilla.
De sufrir pesadillas, retornó a la esperanza con una serie que está abierta, para la vuelta del próximo domingo en el estadio Atanasio Girardot.
Junior fue más equipo en el balance general, pero no lo pudo confirmar en el arco del oponente.
Y Nacional de soportar las llamas del infierno en casi toda la noche, retornó a un oceáno de sonrisas, gracias a ese tanto de CHARÁ convertido en una bendición del cielo.
No les parece ???