Por: Andrés ‘Pote’ Ríos
¿Mató a alguien? ¿Violó? ¿Se robó la plata de Reficar? ¿Era el cerebro tras el escándalo de corrupción de Odebrecht? ¿Le pegó a algún compañero? ¿No es un buen profesional y falta a los entrenamientos por andar de juerga? ¿Corretea a las esposas de sus compañeros de camerino? ¿Es un absoluto desastre como profesional y como persona? Ninguna de las anteriores y ante eso me pregunto, de verdad ¿Cuál fue el gran pecado o la falta imperdonable que cometió Fernando Monetti para ser literalmente borrado y menospreciado del arco de Atlético Nacional?
Ok, se equivocó, dentro del marco de lo que es su profesión y puesto de arquero, contra Tucumán en Argentina y contra Alianza Petrolera. Ok, si quieren, para que la verdad de “algunos hinchas de su propia verdad” tenga saciedad de “sangre”, digamos que algo tuvo que ver en el gol del empate del Tolima en la final que se perdió. Ok, digamos pues para darle más “carne” a las “hienas”, que se pasó de revoluciones tras esa final y lo suspendieron cuatro fechas. Ok, el tipo es humano y se equivocó. Pero, en serio, ¿da para un destierro de tal magnitud?
Creo que no. Creo que Fernando Monetti es un buen arquero. Tiene más batallas, experiencia y condiciones que Cristian Vargas. Y acá no busco hacer una comparación para disminuir al otro. Vargas ha sabido asimilar con paciencia muchos años de trabajo a la sombra de otros y no es un mal arquero, pero simplemente es mejor el argentino.
Miremos por ejemplo los números que nos presenta la cuenta en twitter de @oscaryamit: “Fernando Monetti ha atajado 32 partidos en Nacional (19 victorias, 6 empates y 7 derrotas). Le anotaron 17 goles, y sacó su arco invicto 20 veces.”
Miremos por ejemplo que Monetti es un tipo que, según aparece en su biografía de Wikipedia y en su perfil: “en la temporada 2012/2013 logró que no le convirtieran goles por 570 minutos, superando el récord histórico en Gimnasia obtenido por Carlos Minoian en 1962 de 526 minutos sin recibir goles, y adjudicándose así dicho logro.
Luego del descenso del club, se convirtió en un referente del Lobo, siendo uno de los mejores arqueros del Nacional B. El 10 de enero de 2015 fue contratado por el Club Atlético Lanús. Allí se consagró campeón del Campeonato de Primera División 2016 y de la Copa del Bicentenario. Y previo al mundial de Brasil estuvo en la baraja de candidatos de la selección Argentina para ser uno de los tres arqueros que iba a llevar el técnico Sabella al mundial de Brasil”.
Miremos por ejemplo que no tuvo un mal semestre en Nacional. Que llegó a reemplazar a una leyenda verdolaga como Armani y con humildad, trabajo y profesionalismo lo hizo. Que, repito, sus números son buenos. Que, repito, es un buen profesional y una buena persona.
Y en relación a Armani, traigo a colación este trino de la cuenta del periodista Juan Pablo Varsky (@varskysports): “¿Armani falló en el gol? Sí. ¿Eso borra cada partido que sostuvo a River? No. Los mejores también se equivocan. No existe el arquero invencible ni el que jamás cometió un error que terminó en gol rival”. Los invito a aplicarlo en la medida de las proporciones con Fernando Monetti.
Pero acá no me canso de decirlo, la grandeza de un equipo también va de la mano de la grandeza de su hinchada. Acá, un sector, un lastimoso sector de nuestros hinchas, ese halo inquisidor que no perdona una -sobre todo en las redes- que necesita saciar su necesidad de un culpable siempre, le puso una “letra escarlata” a Monetti y se jacta de haberlo mandado al ostracismo.
Que el argentino era el arquero de Almirón, válido. Que Vargas es el de Herrera, válido también. Pero acá hay un tufillo fétido en el manejo de la situación, en la forma, en el plumazo para borrarlo.
Yo quiero como hincha ver de nuevo a Fernando Monetti. El error nos hace mejores. Nada peor que la soberbia, nada peor que jactarnos de nuestra verdad y ponerla por encima de nuestro equipo. Monetti es propiedad del club y ahí lo tenemos, desvalorizándose cada día por cuenta de unos errores que no tenemos la grandeza de perdonar…
