Pasan las horas y el corazón comienza a acelerar su ritmo por cuenta de la ansiedad. Y es que cuando el equipo que amas está a punto de definir una final continental ante otro grande de América, el cuerpo lo siente. Es inevitable pensar en lo que podría pasar. Se hace imposible dejar de reflexionar sobre las capacidades de los nuestros y las debilidades del rival.
Al mismo tiempo y con la misma intensidad llegan a la mente grandes recuerdos, tantas alegrías y apenas un puñado de tristezas que al final nos hicieron más fuertes.
14 años han pasado desde la última vez que el continente vio a Atlético Nacional dar la anhelada vuelta olímpica. Y aunque en diferentes ocasiones hemos estado cerca de otro título, se nos ha escapado.
Jugadores, Directores Técnicos y hasta directivos han pasado a representar nuestro escudo, ese que exalta la grandeza, tradición, fortaleza y jerarquía de nuestro equipo. Algunos dejaron una huella imborrable en la mente y el corazón del hincha.
Y es que cuando se trata de Atlético Nacional ganar un torneo internacional es mucho más que levantar una copa, es escribir con letra mayúscula en la historia del club más laureado de nuestro país. Es ser recordado por la hinchada que está presente en todas partes.
Hoy estamos a un paso, 90 minutos, de alcanzar la cima, mirando para atrás están nuestros ídolos, haciendo fuerza para que este grupo de jugadores y cuerpo técnico que ha trabajado fuertemente en un proceso serio y exitoso recuerde y enaltezca lo que ellos lograron en otra época para escribir el último párrafo de su propia historia.
El Monumental de Bueno Aires no nos va a amedrentar, nuestra voz de aliento viajará hasta tierra argentina para que ellos sepan que estamos con ellos y dejen todo en la cancha.
Por el “Loco” Higuita, Chicho, Aristi y El Tino, por Zubeldía y Maturana, por el Inmortal #2, por ustedes y sus familias, por nosotros y hasta por ellos! Vamos Nacional, vamos verde, vamos muchachos que la copa es nuestra!
Escrito Por: Álvaro Ossa Gómez
@aossago