Las buenas referencias de Millonarios, provenían de sus resultados en casa y del bloque atacante. Anoche no produjo, ni una cosa ni otra, en una jornada caracterizada, por las pocas llegadas de peligro a los arcos de Armani y Ramiro Sánchez. Ningún riesgo al comienzo y unas cuantas asomadas al área de los verdolagas en la última media hora, fueron el balance, de un partido con más expectativa que juego. Las emociones quedaron congeladas en el Campín, hasta el gol de ALDO LEAO a dos minutos de cumplirse el tiempo reglamentario.
Millos tuvo más posesión de pelota en el primer tiempo y trató de ampliar el juego con Harold Mosquera y Elíser Quiñonez, pero no apeló a la inventiva en su juego interior, ni dispararon Dúver Riascos y Ayron del Valle. En la otra orilla, a Nacional le costó salir con balón dominado, por la presión alta del rival y estuvo muy apagado el cuarteto de Matheus, Macnelly, J. Edison Mosquera y Dayro Moreno. Cuatro jinetes sin una sola visita al área.
Era raro ver a Nacional sin presencia atacante y sin fluidez con el balón, mientras Millos corríó un poco más, pero pensó poco.
La historia cambió en la complementaria, por una razón fundamental: el local BAJÓ la presión y comenzaron a aparecer los ESPACIOS de maniobra, para el conjunto antioqueño. El fútbol de cara triste de Nacional, se transformó en un fuego de mayor temperatura, con oportunidades de gol de Dayro y Matheus, más la mejoría de Mosquera que estrelló un balón en el palo. Bernal, que entró a los 81’, permitió que Aldo jugara en una posición más adelantada. En una combinación inteligente, Bernal filtró un balón al área y ALDO LEAO, con un control dirigido, rompió la red para el 1-0. En tiempo de reposición, Ruiz estuvo cerca del segundo gol.
El resultado afianzó a Nacional como líder del campeonato y sirvió para maquillar los malos resultados a nivel internacional.
No les parece ??
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.