Aunque el cuadro peruano acreditó más agresividad y entusiasmo que juego, el 5-0 con el que inició Nacional su andadura en la Suramericana, es espectacular por varias razones : constituye la mayor goleada en la historia de la Copa en los 14 años en que se ha venido disputando ; el verde hizo los goles con gente de distintas líneas (volantes externos de llegada como Berrío, mediocampistas de primera línea como Mateus, Arias y Bernal…y defensas, caso de Roderick Miller) ; tuvo segmentos de buen fútbol y dio un golpe de autoridad basado en el orden, el oficio y la jerarquía.
El primer tiempo fue de más lucha y menos emociones. Una llegada de Velasco a los 3 minutos, el gol de MATEUS URIBE de cabeza a tiro de esquina cobrado desde la derecha y una sucesión de testazos de Rescaldani, Contreras, Mosquera y el anotador del 1-0 (29’), más otra oportunidad de gol creada por Rescaldani, también por la vía aérea a los 45’. De resto se observaron la presión intensa de los incas, mucho cuerpo a cuerpo en una zona intermedia muy atosigada y pocas acciones de áreas.
Salió alegre el onceno de casa para la etapa complementaria y en 2 minutos obligó a volar a Armani en un disparo de Alfageme y a una sacada de balón de la raya de Farid , a disparo de Velasco. Después se le acabó el combustible, cuando Nacional tocó corneta y se lanzó al ataque.
El collar de goles se enhebró así : a los 58’pase atrás de Berrío y DIEGO ARIAS lanzó un cañonazo desde 25 metros para el 2-0. A los 65’una triangulación veloz entre Bocanegra, Macnelli y ORLANDO BERRÍO (ligeramente adelantado) puso la tercera perla. A los 77’ALEJANDRO BERNAL ingresó por Macnelli y en el primer balón que tocó le destrozó el corazón al arquero Aliaga, con el 4-0. Cerró el panameño RODERICK MILLER ( entró por Henríquez a los 83’) con un cabezazo a centro de Mosquera en un tiro de esquina (88’). 5-0 y el tiquete a segunda ronda quedó comprado.
Nacional entre diana y diana tuvo circuitos de hasta 20 pases y más, mientras Municipal con la autoestima por el suelo, persiguió a las sombras de la noche.
El cuadro colombiano, alternando repliegues y fases ofensivas, clarificó el juego con la aparición de su gente de las líneas posteriores (cuando se llega desde atrás sin referencia de marca, casi siempre se da una sorpresa). Celebró entonces el vencedor, multiplicando los abrazos y las sonrisas.
La lentitud en los movimientos de traslación y la falta de talento de los locales, se tradujo en esfuerzos inútiles de ofensiva, en los últimos 30 metros del terreno y en la cesión de espacios para que Nacional matara de dos formas : aprovechando los boquetes que le dejaron para sus transiciones defensa-ataque y con el manejo de la pelota y la picardía en el juego posicional.
El verde, como acostumbra decir mi compañero Jorge Eliécer Campuzano, estuvo “ESPECTACULAR, SEÑORAS Y SEÑORES”.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.