Fotos: María Camila Ortega T.
Por: Juan Felipe Velásquez.
Atlético Nacional empató a un gol ante Águilas Doradas en condición de local. En una noche con una lluvia incesante, el equipo dirigido por Pablo Repetto rescató un punto sobre el final del partido. Aunque el equipo todavía está lejos de su rendimiento óptimo, la hinchada comienza a impacientarse.
Esta editorial es una invitación para todos los aficionados verdolagas a que continuemos remando en la misma dirección, juntos, para que el staff técnico y los jugadores encuentren el nivel óptimo que requiere y exige todo equipo que aspira a ser campeón.
Es natural ser exigentes. Este club se ha hecho grande gracias a muchos factores, uno de los cuales es el alto nivel de exigencia de la hinchada, que no solo espera resultados positivos sino también un juego atractivo en el campo. Sin embargo, no debemos confundir la exigencia con impaciencia y radicalidad. De nada sirve pedir la destitución del técnico, estigmatizar a los jugadores, insultar a los protagonistas o arruinar el trabajo de éxito que este proyecto deportivo ha comenzado bajo la nueva directiva. Nada logramos con actitudes agresivas y declaraciones ridículas que exigen despidos inmediatos o que desacreditan a los nuevos refuerzos como inútiles e ineficientes.
Atlético Nacional ha comenzado una nueva era que requiere mucha paciencia para engranar todos los elementos de manera armoniosa y sincrónica. Sin embargo, podemos ser exigentes y señalar el mal juego del equipo, ya que es urgente una evolución notable en su desarrollo futbolístico.
Personalmente, sé que el director técnico uruguayo Pablo Repetto es consciente de lo espeso y opaco que se ha mostrado el equipo en el campo. Él no está conforme con la expresión colectiva de Atlético Nacional y quiero creer que está trabajando incansablemente para superar este estado gris, algo común al inicio de cada campeonato. Quiero ser paciente y confiar en que, junto a su equipo y los jugadores, logrará cambiar la situación y pronto veremos una versión mejorada del juego de Atlético Nacional.
Foto: @echeverriyeyo
De todas formas, no dejaré de exigir una evolución futbolística palpable en cada fecha, que nos acerque al juego bonito al que estamos acostumbrados los hinchas de esta gloriosa institución. Paciencia sí, pero exigencia también. Declaro cuantas veces sea necesario que en Atlético Nacional los resultados importan tanto como las formas. Este equipo siempre se ha caracterizado por ser ganador, pero también exquisito.
Me preocupa mucho que los delanteros de la era Repetto aún no hayan podido marcar goles. Me preocupa la gestación y creación eficaz de sociedades y circuitos de pase en el medio campo de Nacional. Me preocupa que basemos nuestro juego en la habilidad y el coraje, dejando de lado el pase filtrado, la gambeta y la técnica.
Veo un equipo comprometido, con jugadores que muestran mucho amor propio, pero no veo un colectivo sólido sino actuaciones individuales que han sostenido y alcanzado 10 puntos en seis fechas jugadas.
Profe Repetto, es hora de empezar a mostrar que su trabajo está dando resultados. Queremos ver a un equipo en todo el sentido de la palabra.¡Hasta la próxima, verdolagas!