Nacional reunió en el Atanasio Girardot a varias decenas de sus ídolos de todos los tiempos, para celebrar los 70 años del club . Viendo el primer tiempo de Nacional y Caldas, sentimos pena ajena, porque en los palcos de honor, estaban entre otros volantes de creación del pasado : César Cueto, la Chancha Fernández, Tito Gómez, Hernán Darío Herrera, Alexis García y el Bendito Fajardo. En la cancha no había nadie que hiciera como ellos, desde el medio, filtraciones de balones, una gambeta, una pared, cambios de ritmo y orientación. Orquestas sin primeros violines.
Arley y Mosquera no ganaron nunca el fondo por los flancos. Entre Acosta, Marimón y Soto, acabaron con el juego interior de Nacional. La elaboración se hizo muy lenta y los ataques murieron en las orillas de las áreas, a tal punto que en 45’ no se registró un solo disparo entre los 3 palos, defendidos por Bonilla y Cuadrado. Los escuadrones antidisturbios mantuvieron el cero, porque al frente no hubo quien ganara los espacios para el penúltimo pase. Era la ‘’Canción del amor desolado’’.
En el segundo tiempo se notó mejor al Caldas, porque gracias a Soto, Ortega y Acosta y sus mejores argumentos de gestación , hilvanó juego hasta faltando pocos metros para la raya de gol. Las chequeras no dieron para más. Faltando 18’ minutos para el final, cambiaron a Soto y el visitante se apagó. Únicamente Alcatraz estrelló un tiro libre en el travesaño y en el otro lado Dayro hizo lo mismo.
A los 34’ hubo un apagón de la energía eléctrica en Medellín y los 27368 clientes del estadio, quedaron iluminados únicamente por las luces de los celulares, que semejaban estrellitas en la tribuna. Todo se normalizó al cuarto de hora y se reanudó el partido, para disputar los 11’ que faltaban. A Nacional, casi sobre el último pitazo , se le ocurrió cambiar el chip. Su juego dejó de ser anunciado previamente y optó por ensayar algunos dobles cambios de frente.
En el tercero de esos intentos, Ruiz inició una maniobra por la izquierda. El pase fue a Ibargüen y éste entregó a Dayro, por el eje de la cancha. El balón continuó de ronda hacia Mateus en la zona derecha del ataque y devolvió para DAYRO MORENO, quien en la garganta del área, situó la pizarra en el 1-0. De la izquierda al medio…y del medio a la derecha….y de la derecha otra vez al medio. Ese doble cambio de frente, es muy difícil que lo controle la defensa, porque en la pendulación grupal hacia la zona activa de juego, alguien acelera o retarda su movimiento y es allí donde aparece el espacio de remate.
Con éste resultado, Nacional hizo su récord de 9 victorias consecutivas en el torneo doméstico.
Puesto que la emoción y el fútbol se refugiaron en la jornada sabatina , la noche valió la pena únicamente por el reconocimiento a la tropa del recuerdo y por la acción postrera de Dayro.
No les parece ???
Por: Wbeimar Muñoz Ceballos.