Por : Juan Felipe Velásquez
Atlético Nacional sumó un punto en el empate frente al América de Cali. Un resultado que deja malestar en la hinchada, pese a que el rendimiento del equipo fue bueno.
Alexandre Guimarães cambió. Nacional saltó al campo con línea de defensa par: Candelo, Mosquera, Olivera y Banguero. Un medio campo con la pareja de mediocentros acostumbrada, Perlaza y Rovira; y en este Nacional de enganches, Hernández, Barrera y Andrade en la segunda línea de volantes. Ahora, cabe preguntarse el porqué del cambio en el módulo, ¿Estrategia o urgencia? Álvez fue el centrodelantero titular y Duque no estuvo ni en el banco, al parecer, por una lesión en su tobillo. De todas maneras, y cómo aspecto muy positivo, Nacional logró ser dominante en todo el primer tiempo. Posesiones largas, opciones de gol, funcionamiento colectivo, presión alta, etc.
El Nacional de Guimarães es un Nacional de volantes resolutivos, de volantes de enlaces, de enganches, de 10s. Sin importar el sistema, a Nacional le gusta jugar por dentro, ocupar y hacer superioridad en la frontera del tercio medio y el último tercio, en esa famosa zona 14. Hernández, Barrera, Andrade, Perlaza, todos caen a esa zona, incluso uno de los dos delanteros tiene la orden de salir del área y jugar de espaldas ahí, en la media luna. Nacional encarga a otros para abrir el campo, para ensanchar defensas rivales y, generalmente, son sus defensas laterales, como ayer.
Candelo y Banguero pasaron al ataque y siempre fueron elemento de preocupación para los extremos rivales que debían perseguirlos hasta el área propia. Así fue como Nacional obligó al América a hacer bloque bajo de presión y entonces quedaban muy lejos para ejecutar transiciones efectivas. Bien Nacional en el funcionamiento durante el primer tiempo.
La parte complementaria fue otra historia. El DT escarlata ajustó su equipo y metió jugadores para competir el carril externo. Fue ahí cuando Nacional ya no pudo ser dominante y se diluyó en ataques esporádicos y disputas físicas constantes con sus rivales. Nacional cayó en la trampa, peleó más de lo que jugó. Justamente es Jarlan Barrera, producto de la inspiración y el talento individual, luego de un pase con ventaja de Perlaza, quien pone el 2-1 a favor. Oasis de talento en un partido endurecido por el juego brusco.
Párrafo aparte para mencionar la falta de experiencia del árbitro encargado. No es posible que el partido más importante del FPC sea dirigido (desde lo disciplinario) por un chico que ajustaba un único partido en 1ra división. Se le notó la inexperiencia. Jerarquía también es hacerse sentir en lo dirigencial y competería que los dirigentes de Nacional pesarán más en este tipo de gestiones. América, sin hacer un partido brillante, aunque decente, se lleva el empate sobre el final del partido. Luego de una falta innecesaria de Neyder Moreno (quien estuvo solo 30 segundos en cancha, luego de irse expulsado), ellos tiran el balón al área de Nacional atiborrada por propios y extraños. Entre tanto rebote y rechazos fallidos,
el balón queda en Yesus Cabrera y decreta el 2-2 que marcaría el final del partido y, como no, la insatisfacción de la hinchada verdolaga.
- Hemos visto a Nacional hacer peores partidos y ganar. Esta vez se desempeñaron correctamente, al menos durante el primer tiempo, y debemos conformarnos con un desabrido empate.