FOTOS: CORTESÍA DIMAYOR.
Por: Juan Felipe Velásquez.
Saber a ciencia cierta si Atlético Nacional tiene reales chances de ser campeón en esta actual liga del fútbol colombiano es bastante difícil. Posibilidades tienen todos los equipos que actualmente siguen en competencia, todos los conjuntos que participan en estos cuadrangulares finales, los ocho clasificados pueden soñar con la estrella de este semestre, pero eso es una respuesta meramente objetiva y ligada a la matemática y al formato de competencia que da esa ventaja. Ahora bien, si vamos a establecer cuáles son las posibilidades reales de Atlético Nacional basados en su juego, en su nivel futbolístico, en su desarrollo como equipo de fútbol y su devenir dentro del campo de juego en cada partido, honestamente, debo decir que las posibilidades son bajas.
Nacional tiene una nómina privilegiada, de hecho, creo que es la mejor del grupo por encima de Millonarios, Junior, y Bucaramanga, pero el tener tantos futbolistas de renombre le ha jugado en contra al Verde, pues más allá de lograr formar un equipo, Nacional se sostiene en las individualidades y, como ayer, cuando se encuentra con un rival que está mejor preparado desde lo táctico y colectivo, Nacional sólo puede apelar a la calidad de sus jugadores que, al final, están soportando toda la responsabilidad, pues el cuerpo técnico no ha podido estar a la altura del desafío.
Nacional contra Millonarios fue un partido de muchos matices, de muchos momentos, de un ritmo acelerado por parte de ambos conjuntos. En el inicio del partido Nacional fue arrollador, compitiendo con virilidad y mucho empuje que bajaba desde las tribunas gracias a 42,000 espectadores que colmaron las gradas del Atanasio. Y así, sin mucho fútbol, pero con muchas ganas de ganar y un hambre de competitividad excepcional, Nacional logró marcar dos goles que, dicho sea de paso, el segundo es erróneamente anulado y empezamos a cuestionar lo mismo de siempre, el arbitraje nuestro país. Pero después Millonarios logró emparejar el resultado y el desarrollo del partido y terminó incluso por superar a Nacional pues el equipo embajador nunca se vio abajo en el marcador, de hecho, Nacional siempre tuvo qué remar para poder alcanzar al equipo azul qué, desde el análisis periodístico, se debe admitir que es superior en lo colectivo, pues Gamero está haciendo un trabajo excepcional con cortísimas herramientas, sacando petróleo de las piedras y haciendo que millonarios pelee en cada campeonato con una base de jugadores de las inferiores.
Yo sé que a veces incomoda que mi opinión sea negativa y muchos hinchas están insatisfechos cuando el periodismo denota que Nacional es inferior (colectivamente hablando) a sus rivales; y que si está aún está con chances de ser campeón es por sus individualidades, pero he sido invitado aquí como analista y no como hincha. Como hincha no pierdo la fe y quiero que mi equipo sea siempre campeón y me ilusiono como todos, pero como analista del juego no puedo traicionar mis principios y debo reconocer que Nacional es un equipo insulso, repetitivo, simple, que depende de la magia y inspiración de Giovanny Moreno o de Andrés Andrade y que ha contado con la fortuna de tener a un Kevin Mier en un nivel superlativo que ha logrado instalarse en el corazón de la hinchada con actuaciones brillantes; el arquero que le da vida nacional como sucedió en la primera fecha del cuadrangular final en Barranquilla ante Junior; de no ser por Kevin, hoy estaríamos con un solo punto de seis posibles y prácticamente eliminados de toda Chance.
Ese precisamente es mi análisis más objetivo posible, porque al final las pruebas están ahí y Nacional rinde examen a su hinchada y a su historia cada partido, cada fecha debe demostrar porque es el equipo más grande de Colombia y ahora no hace más que arrastrar fracasos año tras año y realmente no se ve un norte, un rumbo, una dirección en un proyecto deportivo que apunte a recuperar la hegemonía que tuvo en los años más recientes del fútbol colombiano.
Sí, chances de ser campeón las tiene, y como todo hincha quiero que esa estrella 17 sea real en junio, pero la verdad es que el equipo no está bien dirigido, ni desde lo técnico ni desde lo administrativo, pues Nacional sigue dando tumbos y mi responsabilidad es denunciar esta realidad que me lleva a pensar qué las posibilidades de ser campeón son muy bajas.
Es hora qué le pidamos a los verdaderos responsables del rumbo de Nacional que tomen decisiones coherentes y acordes a la grandeza de esta institución, no pueden seguir pasando presidentes que van tanteando técnicos radicalmente distintos y que van contratando o iniciando proyectos deportivos solamente pensando en ser campeones y no un poco más allá que es lo que toda institución seria y con aspiraciones reales a ser jerárquicos en el medio donde habitan debe tener.