Por: Juan Felipe Velásquez.
Nueva victoria para Atlético Nacional ante su similar de Jaguares de Montería. El equipo antioqueño logró tres puntos fundamentales que, más allá de brindarle una casilla superior en la tabla de posiciones, significan aire en la camiseta y confianza para el conjunto que dirige Hernán Darío Herrera.
Nacional vuelve a plantear un sistema, a priori, ofensivo. Evidentemente la intención de este cuerpo técnico interino es demostrar porqué el equipo es candidato al título y como debe jugar todos los partidos. Por supuesto, no vimos una presentación brillante en cuanto a lo futbolístico se refiere, pero la intención ofensiva, qué es lo que (en mi caso) más se solicita, se vio desde el segundo uno del partido. Jugar con extremos bien adentrados en campo contrario y dos volantes creativos no suele ser común en el fútbol colombiano, sin embargo, el verde está demostrando que puede hacerse y, sobretodo, que pueden alcanzarse los resultados y los objetivos propuestos.
Si bien no soy un convencido de qué Hernán Darío Herrera deba ser quien continué el proyecto deportivo, si le agradezco y le valoro el hecho de estar sentando las bases para que el próximo director técnico tenga trabajo avanzado. Es así como quiero que Nacional encare cada reto de lo que resta de esta temporada.
Dentro de lo positivo que entregó el partido de ayer, me gustaría resaltar la incidencia de Giovanny Moreno cuando ingresó al campo de juego; al refuerzo estrella de Atlético Nacional se le ve mucho más cómodo cuando hay un equipo con un sistema que le favorece y una idea de juego clara. Evidentemente no se le podía cargar la completa responsabilidad de su pobre nivel porque ha quedado demostrado que, más allá de sus cualidades, lo que perjudicaba su rendimiento era la pobre expresión futbolística del equipo.
También es menester resaltar la labor de Ruyery Blanco. El goleador samario está demostrando que le sobran ganas de hacer las cosas bien, pero también cualidades para destacar en el equipo más grande de Colombia. Por supuesto que no espero que el equipo sea brillante, menos cuando viene de un trabajo pobre desde la dirección de campo, pero también hay que entender que el cuerpo técnico que actualmente conduce al equipo está implantando su idea desde hace poco menos de un mes.
De nuevo se acerca la parte crítica y definitiva de la liga y el tiempo apremia. Yo no voy a caer en lugares comunes y por tanto no voy a exigirle al cuerpo técnico actual que sea campeón a costa sacrificar el futuro deportivo de la institución, pero el equipo da muestras de qué puede alcanzar la estrella 17 y la ilusión se apodera de nuevo de la hinchada