El rojo no gana el clásico desde el 19 de julio del 2014 y en ésta ocasión los verdolagas volvieron a imponerse, por superioridad en todos los frentes: en táctica, técnica, estrategia, convicción mental, acondicionamiento físico y replanteamientos del entrenador.
Osorio arriesgó más en ataque y su onceno fue equilibrado, para mayor control del partido. Los dirigidos por Hernán Torres, caminaron la cancha en el segundo tiempo con piernas de cemento y cuando defendieron el espacio, no soportaron los latigazos que siempre son dolorosos, tratándose del duelo regional de Antioquia. El anfitrión terminó entero, con el aire y el combustible necesario para actuar más de 90 minutos y los del DIM con señales de requerir un tubo de oxígeno, así no lo haya reconocido su DT.
El partido se puede segmentar en 3 partes. La PRIMERA va desde el arranque hasta el minuto 22. Nacional sorprendió con una presión alta e intensa y distribuyó el medio con Palomino como único recuperador, en beneficio del manejo del balón entre Yulián y Guerra, el juego de costados de Alcatraz, Manga y Berrío y las sociedades con Velásquez. Yulián dio el primer aviso a los 2 minutos con un remate en el palo. El segundo mensaje fue del paraguayo a los 3’ y se cruzó Mosquera, para evitar la caída del arco rojo. Y a los 4’ hubo un saque de banda: J. C. Angulo no marcó al receptor Guerra y el venezolano centró la pelota hacia PABLO VELÁZQUEZ y éste cabeceó en zona de Hérner, quien despistado perdió la referencia del ‘’paragua’’. 1-0 para el primer estremecimiento del estadio.
La SEGUNDA se cuenta entre los minutos 22 y 45. Reaccionó Medellín y con presión en zona enemiga, se apropió del balón, que hasta entonces dominaba el ganador. Comenzó el rojo a ganar la zona de Palomino, por superioridad numérica y a imponer su propuesta en zona rival. Hubo remates de Pérez y Hernández, que se estrellaron en los palos. Después salvó Alcatraz en un ingreso con mucho filo de Pérez y poco a poco fue inclinando la cancha hacia Camilo Vargas. Fue mezcla de posesión de la pelota, con juego posicional, hasta que una mano en el área de Henríquez, a remate de Hernández, significó el cobro de penál de JUAN FERNANDO CAICEDO y el 1-1. El arco verde, era una amapola herida.
Y la TERCERA PARTE, fue la decisiva y ocupó un amplio período cronométrico, del segundo tiempo. Medellín no volvió a presionar arriba y no se defendió con el balón en los pies. Empezó a replegarse y en esa actitud de ‘’kamikaze’’ se le embolató la noche, porque regalarle a Nacional la pelota y el terreno, es una locura que se paga con un salto al vacío. A los 70’, hubo un tiro libre de Yulián, a 40 metros del arco. Trató de rechazar la Goma y sólo alcanzó a darle un frentazo a la noche. Remató ALEJANDRO GUERRA con el guayo derecho y el 2-1, fue un abrazo para los 38400 clientes del Atanasio. Los rojos tuvieron poco el balón y mostraron dificultades en las fases de defensa y ataque. Por momentos acertaron en el juego corto, pero se equivocaron en el largo. Las respuestas del DIM, fueron absorbidas por el arquero Vargas. Angulo, Mosquera, Hérner y Vladimir, recibieron tarjetas amarillas, lo que condicionó a los 4 zagueros.
Mientras Torres no movió fichas, Osorio cambió la combinación de la caja de caudales. Sacó a los punteros Manga y Berrío y los reemplazó con Sebastián y Copete. Así le dio una ayuda en marca a Palomino, pero sin abandonar las orillas de la cancha, a donde pasaron Guerra y Copete. Con Yulián y los dos recuperadores, protegió la posesión. Después y en medio de una ovación ensordecerá, entró a Jefferson Duque, quien reapareció después de un año angustioso de recuperación. El goleador, reemplazo de Velásquez, le mostró su carnét a Silva, en el minuto 86’. El arquero rojo no salió al centro de Copete y Jefferson y la tribuna celebraron como nunca. El grito del 3-1, fue un rugido multitudinario.
Medellín sólo respondió con esporádicas salidas de balón a paso de tortuga y nadie pudo cambiarle el ritmo al juego. Terminó tirando pelotazos para Pérez, quien ni siquiera levantó la cabeza, para concluir los ataques. No hubo ni movilidad, ni líneas de pase, ni rupturas. El rojo estaba atornillado al piso y viendo pasar a su lado, flechas pintadas de verde….pero Torres aseguro que no vio cansada a su gente. (Será difícil, saber en cuál partido anduvo o si estaba defendiendo a su preparador físico)
Siempre la euforia de los vencedores, es un ‘’Gólgota’’ para los vencidos. ¿No les parece?
Escrito por: Wbeimar Muñoz Ceballos.